Tras ser nombrada en noviembre como número tres del Partido Popular, Carmen Fúnez de Gregorio (Almodóvar del Campo, Ciudad Real, 1975) encara un nuevo curso político que afronta con la experiencia que le otorga una larga trayectoria en la política regional y nacional. Presidenta de Nuevas Generaciones con 25 años, ha sido diputada regional en Castilla-La Mancha y senadora durante tres legislaturas. En 2023 fue elegida diputada nacional y meses después era designada por Alberto Núñez Feijóo como vicesecretaria de Organización del PP.
¿Por qué cree que Núñez Feijóo se fijó en usted para ocupar el número tres del partido?
El Partido Popular estaba viviendo un momento complicado. Nos habían sacado del Gobierno con una moción de censura que se basó en la lucha contra la corrupción, y aquel que sacó a Rajoy es el que ahora tiene la corrupción metida en Moncloa y en casa. Se celebró un congreso convulso y yo estuve fuera durante algún tiempo. Cuando se produce la salida de Casado y la llegada de Alberto Núñez Feijóo, el nuevo presidente me llamó. Yo había coincidido con él en Galicia, en mi etapa como presidenta de Nuevas Generaciones, también como presidenta de Mujeres en Igualdad, y entiendo que valoró mi trabajo.
«Tenemos un trabajo brutal para gobernar en España» - Foto: Rueda VillaverdeTambién supuso reincorporar a gente que nos habíamos quedado fuera. Fue el momento de coser el partido y no de ahondar en las diferencias y en las divisiones. Creo que, y no por mí, hemos hecho un proyecto más fuerte, más grande, y así lo han reconocido los españoles en las urnas. La idea era construir el partido político que más se pareciera a los españoles, y creo que vamos por el buen camino.
Ha sido un verano de mucha actividad política y actualidad, con la futura ley sobre financiación autonómica y la migración en titulares.
Ha sido el verano en el que se confirma que el 'sanchismo' está a órdenes del independentismo en nuestro país. Sánchez ha vuelto a repetir el modelo que utilizó para llegar él al poder a través de la ley de amnistía. En este caso lo ha hecho a costa de la igualdad de los servicios públicos, lo ha puesto como precio para que Salvador Illa llegue a la presidencia de la Generalitat. El pacto de Ginebra fue el que permitió que Sánchez llegase a la Moncloa, y éste es la reedición de lo que podríamos llamar el 'pacto de la huida', porque gracias a ello Puigdemont no fue al debate de investidura.
«Tenemos un trabajo brutal para gobernar en España» - Foto: Rueda Villaverde¿Cree que podría caer el Gobierno en otoño si no hay presupuestos sin el apoyo de los independentistas?
Los criterios que tiene Sánchez para estar en el Gobierno no son los criterios de cualquier otro dirigente político en nuestro país, que sabe que es muy difícil gobernar sin presupuestos, porque en política todo aquello que no aparece en los presupuestos se queda en un catálogo de buenas intenciones, sin poder servir a los ciudadanos. Además, presentar la Ley de Presupuestos Generales del Estado es una obligación constitucional. Pedro Sánchez ya no lo hizo el año pasado y yo estoy convencida que no lo va a hacer este año. Por lo tanto, no creo que para Sánchez sea obligatorio tener una ley de presupuestos para seguir en el poder. Para Sánchez seguir en el poder es la manera que tiene de protegerse y de cumplir con su objetivo, que es permanecer en el poder. Es el manual de resistencia llevado hasta las últimas consecuencias. Para él las líneas rojas se han convertido en metas volantes.
¿En la hoja de ruta del PP está la posibilidad de presentar una moción de censura?
«Tenemos un trabajo brutal para gobernar en España» - Foto: Rueda VillaverdeNo. Nosotros ganamos las elecciones del 23 de julio y fuimos la primera fuerza política, pero nos faltaron cuatro votos para llegar a la presidencia del Gobierno y no estuvimos dispuestos a pagar el precio que nos suponían esos cuatro votos. A Sánchez le faltaron bastantes más votos y estuvo dispuesto a pagar el precio de la amnistía y romper la igualdad de los españoles ante la ley. Nosotros no vamos a presentar una moción de censura que está abocada al fracaso, porque eso significaría dar oxígeno a Sánchez y no se lo vamos a dar bajo ningún concepto. Este gobierno merece salir porque no está cumpliendo con los principios constitucionales y con lo que significa un gobierno para España.
Con respecto al acuerdo sobre financiación autonómica y la soberanía fiscal que reclaman los independentistas, ¿cuál será la postura del PP en el anunciado congreso de presidentes autonómicos?
Lo que ha ocurrido este verano con respecto a Cataluña no ha sido un acuerdo de financiación autonómica, sino el cumplimiento de Pedro Sánchez con respecto a las exigencias de los independentistas para dar el sillón a Illa. No ha habido un debate sobre financiación autonómica, ha habido una cesión de Pedro Sánchez a las exigencias de los independentistas para firmar un pacto de financiación privilegiada, siendo un paso indispensable para el referéndum. Esta es la financiación para la independencia, y después de la financiación para la independencia vendrá el referéndum de independencia de Cataluña. Es la hoja de ruta del 'procés'.
Tenemos que abrir el debate de financiación autonómica, pero este acuerdo rompe la solidaridad entre comunidades autónomas y, lo que es peor, la igualdad en el acceso a los servicios públicos. Estamos a favor de un debate multilateral en el que tienen que participar todas las comunidades autónomas. La financiación de los servicios públicos de toda España, a los que tienen que acceder los españoles en condiciones de igualdad, no se puede ir negociando de tú a tú con cada presidente autonómico, aunque tenga que recoger las especificidades de las comunidades autónomas. De la financiación autonómica depende la sanidad, la educación, los servicios sociales y tenemos que mirar a medio plazo porque hay que pensar cuánto nos va a costar. Dentro de 10 años más de un 15% de la población va a tener más de 65 años y el coste sanitario en todas las comunidades autónomas de España va a aumentar. Por lo tanto, es de una toxicidad extrema centrar el debate de financiación autonómica en los privilegios a los independentistas cuando tendríamos que estar centrados en cuánto nos va a costar el sistema sanitario y el sistema de dependencia con una población en España tremendamente envejecida.
García-Page es uno de los dirigentes del PSOE que más ha levantado la voz contra este acuerdo de financiación. ¿Le parece convincente?
No confío en que Page haga algo distinto a lo que hace Pedro Sánchez, pero es llamativo que al final hasta casi el propio presidente de esta comunidad autónoma reconozca que Sánchez se ha convertido en un riesgo para la igualdad y para los derechos de los castellano-manchegos.
¿Cómo valora la oposición que está realizando el presidente del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, al gobierno de García-Page?
Creo que Paco Núñez está haciendo un trabajo muy intenso y está haciendo una oposición a la altura de las circunstancias, en la medida en la que estamos hablando de financiación privilegiada al servicio del independentismo y de la ley de amnistía. Está demostrando un liderazgo muy valiente en la medida en la que él está empeñado en llevar esos debates que afectan a todos los castellano-manchegos a las Cortes. regionales. En los últimos días está defendiendo la celebración de un pleno monográfico sobre financiación autonómica y qué interesante sería que el presidente Page atendiese a esta petición porque a ese comité federal podría ir con la fuerza no solo de los votos del PSOE sino también de toda Castilla-La Mancha. Paco Núñez está haciendo un trabajo muy intenso y además es incansable, no para, prácticamente recorre dos provincias al día y nos hace tener mucha presencia en la región.
¿Lo ve repitiendo como candidato a seguir presidiendo el partido en el próximo congreso?
Sí, claro, él es el presidente regional, él es líder de la oposición y está haciendo un muy buen trabajo.
Algunos le sitúan a usted en las quinielas como una posible alternativa a Paco Núñez. ¿Le gustaría?
Yo soy vicesecretaria de Organización nacional y tenemos un trabajo brutal para que el partido llegue a todos los rincones de España, para que en las próximas elecciones tengamos los votos suficientes para gobernar en España. Y eso es lo que me ha encomendado el presidente Feijóo.
¿Y si llegado el momento se lo pide Feijóo?
Eso ya es hablar de ciencia ficción. Los de Organización somos muy pragmáticos, estamos muy en el terreno y no trabajamos ni con encuestas ni en ciencia ficción, estamos trabajando en el día a día.
Hablemos de agua. Aclárenos cuál es la postura del PP con respecto al trasvase Tajo-Segura. ¿Sería partidaria del cese de este trasvase, siempre con el respaldo de los tribunales?
El problema es utilizar el agua como arma electoral, como herramienta de división y no de unión y de generación de riqueza. Aquí en Castilla-La Mancha se firmó un pacto por el agua y el Partido Popular lo apoyó y le dimos nuestra confianza al presidente Page para que desarrollase ese pacto por el agua. Hay que ser mucho más eficiente en el uso del agua y sentar a todos los afectados, comunidades autónomas, ayuntamientos, empresarios y sindicatos, y firmar ese gran pacto por el agua, que es vital en España. No tiene que ser un pacto del agua solo con literatura, sino que tiene que ir acompañado de una aportación económica. Nosotros hemos valorado esa aportación económica en 40.000 millones de euros destinados a obras hídricas que nos permitan hacer el uso más adecuado de la última gota de agua. El pacto debe basarse en el reconocimiento de la realidad que existe en cada comunidad, tanto de lo que se está aportando como es nuestro caso en la situación del trasvase, como en las necesidades que tienen otros. No es una cuestión de partir de cero, porque en política es muy difícil partir de cero.
El PP gobierna con Vox en las diputaciones de Ciudad Real, Toledo y en ayuntamientos como los de Ciudad Real, Guadalajara y Toledo. ¿Se corre el riesgo de que se rompan estos pactos, como así decidió Vox en el ámbito nacional?
Una cosa son los dirigentes nacionales de Vox y otra la labor que se está haciendo en los ayuntamientos donde estamos gobernando con el apoyo de Vox. Ahí se están cumpliendo los acuerdos que alcanzamos. Los dirigentes de Vox están muy alejados de sus responsables municipales y también de sus votantes.