Los grandes retos económicos y las reformas estructurales a las que debe hacer frente España de modo urgente son las principales preocupación de los responsables del tejido productivo y de los líderes financieros en un momento histórico que es decisivo para el país.

En este contexto, el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, señaló esta semana en el encuentro de líderes empresariales Nueva Economía Fórum que «tenemos que revitalizar la capacidad de crecimiento y expansión de la economía española».

El banquero se refirió en su intervención a la situación de la economía nacional y a los grandes desafíos a los que se enfrenta en los próximos años.  Con una visión de futuro, la economía española, subrayó el economista, debe resolver problemas que arrastra desde lejos. «España ha estado siempre por debajo de los niveles de renta per cápita de la zona euro pero, desde hace años, ha dejado de converger con Europa. Es más, hemos retrocedido desde 2008: en 2008 el PIB per cápita español estaba un 10% por debajo de la media euro, en 2022 la brecha se amplió a 17 puntos», avanzó.

Goirigolzarri remarcó que el punto débil más importante de la economía española es su baja productividad a la que solo se puede hacer frente con políticas que deben ir desde el lado de la oferta. 

En esta línea, denunció que el mayor factor de vulnerabilidad es el desequilibrio de las cuentas públicas. Después del esfuerzo realizado por la pandemia, España sigue manteniendo ratios de deuda sobre PIB muy elevadas del 113%.

Para el directivo, el crecimiento del PIB no se está produciendo por el consumo sino por un enorme brío de las exportaciones, lo que dice mucho a favor de la clase empresarial.

Otro factor que destacó, y del que aseguró está detrás de esta evolución del PIB, es el comportamiento positivo del mercado laboral. 

«Hoy tenemos 500.000 personas más que en la época anterior a la pandemia, aunque es cierto que más de un 50% de esa ocupación está en el sector público. Pero es un elemento muy importante de apoyo a la evolución del PIB», explicó. 

 Y, además, estamos en un entorno en el cual en Europa se quiere rememorar el plan de estabilización, que va a ser una obligación de ajuste de cuentas en un entorno con tipos de interés creciente en el que «tenemos nuevos escenarios de gasto muy importantes si queremos tener autonomía desde el punto de vista de seguridad, tecnológico o del cambio climático».