Como si les hubiera caído un jarro de agua helada. Así se han quedado aquellos que han ido conociendo durante la tarde del miércoles la triste noticia del fallecimiento del doctor Armando Martín Capilla. Una complicación cardiaca ha podido con la vida de este traumatólogo de trato afable, cercano del que miles de pacientes guardan un grato recuerdo ya que además de trabajar de manera incansable en el Hospital Virgen de la Salud, así como en el ámbito privado.
También ha sido un magnifico comunicador dentro de la medicina, admirándose sus intervenciones claras y concisas en multitud de jornadas y congresos médicos. Habitual era verle en los platós televisivos, siempre tan atento a las demandas de los televidentes o aclarando a los periodistas cuestiones sanitarias de la vida diaria.
Otra de las facetas por la que será eternamente recordado será por su afición y dedicación al mundo del toro. Era su pasión y de ello hizo un ritual. Tomó en la enfermería de la plaza de toros de Toledo el relevo al doctor Blas Díaz, estando a su cargo el equipo médico durante varios años. Era un seguro en los cosos donde acudía y un respiro para los toreros el mirar de reojo al callejón y ver allí al bueno de Armando. Con alguno de los toreros entabló una relación personal lo que le fue reconocido en multitud de ocasione por los aficionados.
Su último periplo taurino estuvo en Villaseca de la Sagra, donde se jubiló hace pocos años de las riendas de la enfermería en donde con sus manos y sapiencia salvo de los múltiples apuros de toreros o corredores de encierros que llegaban a su mesa de quirófano.
Martín Capilla nos ha abandonado muy pronto, de manera inesperada. A buen seguro que en paz.
La vida a veces te hace cruzarte con gente buena y maravillosa, Armando Martín Capilla era uno de ellos por lo que seguro que muchos hoy le estén recordando y rezando por su eterno descanso. Descansa en Paz doctor.