Desde hace un par de años, el Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior ofrece junto a los delitos convencionales los que se enmarcan en la ciberdelincuencia, infracciones penales cometidas en/por medio ciber. En los últimos años se ha producido un incremento de este tipo de criminalidad agrupada bajo este concepto, y muy particularmente un fuerte aumento de las estafas cometidas por medios informáticos.
En Talavera, durante 2023, uno de cada siete delitos se cometieron en la red. Fueron un total de 435 ciberdelitos, algo más del 77 por ciento sobre el año anterior, que registró 245. La mayoría de ellos, 401 o el 96,6 por ciento, se enmarca en las estafas informáticas. Lo completan los que forman parte del tipo 'otros ciberdelitos', que bajan un 17,1 por ciento, de 41 a 34.
La ciberdelincuencia es aquella actividad que por medio de la red o a través de un sistema informático tiene como objetivo atentar contra la confidencialidad, la integridad y la disponibilidad de los sistemas informáticos, de las redes y los datos, así como el uso fraudulento de estos sistemas, redes y datos.
Este tipo de delitos han aumentado considerablemente en los últimos años, especialmente con el incremento de las compras online y otras crecientes formas de comercio.
Los ciberdelincuentes se aprovechan de métodos aún poco conocidos para una parte importante de la sociedad como el phising (captar contraseñas o números de tarjetas de crédito imitando correos electrónicos de organismos u organizaciones oficiales), la monitorización de teclado, el ciberbulling (acoso escolar) o el grooming (ciberacoso sexual a menores) para conseguir sus objetivos.
Desde Interior, insisten en alertar y sensibilizar a la ciudadanía porque la ciberdelincuencia y sus consecuencias no generan todavía el necesario impacto social.