El 9º Congreso Regional de la Unión General de Trabajadores de Castilla-La Mancha ha cerrado con Lola Alcónez como nueva secretaria general de UGT en la región. Quien hasta ayer era la secretaria del sector de la Administración General del Estado y miembro de la Ejecutiva de la Federación de Servicios Públicos de UGT Castilla-La Mancha pasará a encabezar el sindicato con el apoyo del 91,53 por ciento de la federación sindical.
Alcónez, durante su intervención en la clausura del congreso, consagró las líneas de trabajo del proyecto de UGT «muy comprometido» y que espera ser «un periodo de continuidad y de estabilidad». Tras un periodo encabezado por una gestora, Alcónez recordó que el sindicato no ha parado en este tiempo.
Así, la nueva Ejecutiva de UGT establece como retos seguir con la tarea sindical «para alcanzar empleos de calidad, apoyar a la juventud y su incorporación al mercado de trabajo, la igualdad, la defensa de los colectivos desfavorecidos, y mantener activa la Agenda 2030», destacó, entre otros.
Lola Alcónez, elegida secretaria general de UGT en la región - Foto: Javier Pozo«Castilla-La Mancha necesita al sindicato». El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, puso en valor la celebración de un congreso que va a servir a la organización sindical «para avanzar más en Castilla-La Mancha». Álvarez valoró que la región «necesita al sindicato y al sindicalismo», ya que agrupa «a casi todos» los sectores productivos del país.
El secretario general de UGT mostró su satisfacción por la aprobación de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), pero reclamó al Gobierno central que, «más allá de los delates que tenga internos», convoque una mesa de trabajo con el Ministerio de Hacienda para tratar «todo lo que tiene que ver con el SMI».
Álvarez consideró que quienes perciben el SMI deberían tributar por ello, pero no en estos momentos. El sindicalista sitúa una posible contribución de los percibidores de esta cuantía cuando el SMI supere el 60 por ciento del salario medio en España. El último dato de es de 2023 y se fijaba en los 1.300 euros de media. Además, añadió, el Ministerio de Hacienda ha realizado declaraciones en las que comparaba la situación de Alemania o de Francia, que fijan el SMI en 2.200 y casi 1.900 euros respectivamente, con la de España, que no llega a los 1.400 euros. Es a través de la negociación donde «podríamos entrar a discutir que pasa cuando el SMI sea del 60 por ciento del salario medio», sentenció.
Otro de los grandes temas que trató fue la reducción de la jornada de trabajo a 37,5 horas semanales. Álvarez consideró que es una tarea que no será «nada fácil», como ninguna «en los últimos ocho años». El sindicalista recordó que la reforma laboral, uno de los grandes hitos del Gobierno de España en la pasada legislatura, salió adelante «gracias a un señor que se equivocó» en el momento de la votación.
Situó la reducción de jornada como una de las prioridades de la acción de UGT, por ello acudirán a la «primera gran movilización» sobre este ámbito en Cataluña, relacionando la lucha sindical de hace más de 100 años «donde se logró la jornada laboral de ocho horas, eso sí, durante seis días a la semana». Álvarez cree que es el primer paso para lograr reducir la jornada hasta las 32 horas semanales.