La Diputación Provincial destaca únicamente del patrimonio de Rielves la iglesia de Santiago Apóstol, originaria de la segunda mitad del siglo XV. Pero el vientre de este pueblo localizado a unos 20 kilómetros de Toledo guarda una joya pública encargada hace apenas 40 años, pero que quedó relevada enseguida.
Una cantera de la provincia de Badajoz recibió a mediados de los años 80 un encargo excepcional. La Diputación de Toledo pagó 900.000 pesetas (5.400 euros) por una fuente formada por dos bloques de granito de seis toneladas de peso. El presidente de la institución provincial, Isidro del Río, inauguró el 14 de septiembre de 1985 el ornamento depositado en Rielves. Fue el día más brillante de una fontana que acabó enseguida olvidada.
Unos siete años después, el Ayuntamiento de Rielves guardó bajo la llave la fuente. Una reforma de la plaza desembocó en la sustitución del elemento ornamental. Corría el año 1992 o 1993. Treinta años después, el equipo de Gobierno dará una segunda vida a su fontana, arrinconada tantísimo tiempo en los almacenes municipales.
Rielves desempolva una fuente de 6.000 kilos«Costará una millonada. Hoy en día sería carísimo», explica el teniente de alcalde de Rielves, Diego Ralo, sobre el valor de la pieza compuesta únicamente de dos piezas. Una rareza. El Ayuntamiento instaló la semana pasada mediante una grúa estos bloques de 6.000 kilos de peso en una ubicación diferente; sólo falta la colocación del vaso para concluir el montaje. Ahora quedará en una plaza diferente, la conocida como 'Las minas', cuyo proceso de reforma está cerca de la finalización.
«Tras constatar su excelente estado de conservación y su valor histórico, hemos decidido volver a ponerla para darle el protagonismo que merece», subraya el equipo de Gobierno sobre la decisión de instalar la fuente. El ornamento quedará colocado en la entrada al pueblo desde Torrijos.
«Esta fuente no sólo embellece el nuevo parque, sino que también simboliza nuestra voluntad de preservar y poner en valor el patrimonio que pertenece a todos los rielveños», resalta el Ayuntamiento. Y apostilla: «Esta fuente es un recordatorio de la importancia de conservar lo que nos pertenece para el disfrute de las generaciones presentes y futuras».