Esther se maneja con pericia con la silla eléctrica y maniobra hábilmente para ocupar la posición idónea y posar en una fotografía con los alumnos de los dos colegios de Consuegra. Con ayuda, disfruta del ágape en el Cerro Calderico, junto al molino 'Alcancía'. Allí llegó por sus propios medios en la pasarela inaugurada ayer por el Ayuntamiento y la Fundación La Caixa, una alfombra de madera para que los impedidos se maravillen de las vistas extraordinarias en ese parteaguas que divide La Mancha y Los Montes de Toledo.
Hace dos años y medio, los médicos diagnosticaron a Esther que padece Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Desde entonces, esta consaburense de 42 años solo alcanzaba a llegar al final del carreterín. Pero ayer revivió sus juegos infantiles entre los molinos de viento que siluetean la turística población manchega. Junto a ella en el paseo, el alcalde, José Manuel Quijorna, quien encabezó la recomposición de la hilera tras el fatal tornado del 1 de marzo de 2018.
La instalación de la larga pasarela dividida en dos tramos se gestó tras aquel mazazo al patrimonio de Consuegra. El Ayuntamiento y la Fundación La Caixa principiaron una colaboración para arreglar, precisamente, el molino 'Alcancía', cuyas aspas quedaron totalmente desbaratadas aquel día. Una cuestación municipal y una inyección de la Fundación La Caixa nutrieron de los 50.000 euros precisos para la consecución del proyecto.
Para beneficiar a Esther Portillo y a otros muchos visitantes. Cerca de un centenar presentan a diario una limitación para recorrer ese maravilloso brote de molinos, según el dato manejado por el alcalde. Se trata del 8 por ciento de los 1.100 turistas que se avecinan diariamente hasta este Bien de Interés Cultural en la categoría de conjunto monumental. Por ejemplo, los padres con carritos de bebé o los ancianos pasearán sin agobios entre los 12 ingenios.
«Hemos conseguido socializar el turismo, socializar los monumentos y socializar el patrimonio. Es un derecho constitucional el disfrutar en condiciones de igualdad», enfatizaba a este diario el alcalde.
Quijorna seduce con la afirmación de que Consuegra dispone de la única cadena de molinos de viento del mundo considerada accesible, gracias a un proyecto complejo supervisado por la Dirección General de Patrimonio.
Los arquitectos, Rubén y Orencio, observaban ayer el desenlace del puente junto a Juan Bautista Sánchez, maestro molinero y propietario de la empresa 'La bóveda fecit S. L.' a quien el Ayuntamiento confió la plasmación del proyecto.
«La pasarela es la cima del icerberg de un proyecto más ambicioso. No es solo una pasarela, es el proyecto común de un pueblo», aseguraba el Ayuntamiento de 10.000 empadronados en un acto que incluyó la entrega de un cheque por valor de 2.373 euros de la comunidad europea de cocineros 'Eurotoques' al Centro Ocupacional 'Reina Sofía' de Consuegra.
El consaburense José Antonio Gallego, apodado por todos como 'Pesca', entregó la cuantía a la concejala de Servicios Sociales, Educación e Igualdad, Laura Cuerva.
Esther, maestra de Educación Especial jubilada tras el diagnóstico, se reencontró con una alumna junto al molino 'Alcancía' y añadió una cucharada más de emoción a ese paseo por los molinos de viento de su pueblo. Pero sabe que deberá seguir planificando con cautela sus viajes por los obstáculos en ciudades y pueblos. Eso sí, ahora podrá divisar desde la cima del Cerro Calderico a un lado La Mancha y al otro Los Montes de Toledo.