La Asociación de Vecinos de La Bastida ha comunicado al alcalde de la ciudad, Carlos Velázquez, su rotundo rechazo a la construcción en terrenos públicos de su urbanización del pabellón del colegio Mayol. Así se lo trasladó el presidente vecinal, Ignacio Montojo, hace un par de semanas en una esperadísima reunión, donde además se pusieron sobre la mesa otras reivindicaciones del barrio.

Según ha adelantado La Tribuna, el Ayuntamiento está trabajando en la segregación de 4.500 metros de una parcela pública para cedérselos al colegio Mayol para la creación de su polideportivo cubierto y sus respectivos accesos y aparcamiento. La idea es que las instalaciones se puedan utilizar en horas no lectivas por parte del Patronato Deportivo para cedérselas a clubes deportivos y a vecinos del entorno.

El colegio entiende en su escrito que estas instalaciones beneficiarían a los vecinos de los vecinos barrios de Montesión y San Bernardo. Sin embargo, parece olvidarse de los vecinos de La Bastida, urbanización que aguanta a diario el paso de los vehículos que entran y salen del espacio educativo y que se niegan rotundamente a la creación del polideportivo.

Son varios los argumentos que Montojo ha puesto sobre la mesa en el encuentro con Velázquez, para negarse a la construcción de un pabellón privado en un espacio público. Los vecinos se niegan a la construcción de «un mamotreto» en el monte, en este espacio público a continuación del Mayol. Un espacio, además, recordaron en el encuentro, donde llevan años pidiendo la construcción de una pista polideportiva de acceso público y fácil mantenimiento, así como unos columpios para los niños.

Si se crea allí el pabellón, en cambio, no será para su uso, y sí para cientos de personas que volverán a llenar sus calles con más vehículos. «Si ya tenemos tráfico con el colegio, y ahora comienzan a venir clubes a competir aquí los sábados y los domingos, apaga y vámonos», apunta Montojo.

Porque los vecinos están convencidos de que no van a poder usar ese pabellón. No va a haber nadie del Patronato deportivo pendiente de las puertas y las luces y tampoco lo va a controlar el colegio. Aunque hubiera un pacto para esta legislatura, seguro que no se cumple cuando Velázquez deje el cargo, se plantean los residentes. Ellos podrían utilizar las instalaciones a partir de las ocho de la noche, fines de semana, veranos y festivos, y la Asociación de Vecinos está convencida de que nadie va a abrir las instalaciones, «nosotros no lo vamos a disfrutar».

Reivindicaciones del barrio. En el encuentro se pusieron también sobre la mesa muchas otras reivindicaciones de La Bastida, barrio que se siente abandonado por el Ayuntamiento durante los últimos años. De hecho, apunta Montojo, desde que se asfaltaron las calles en 1998, el Ayuntamiento tan solo ha tapado un bache, a pesar del mucho tránsito de vehículos por el Mayol. También en están destrozadas las aceras y ni siquiera hay marquesinas en la parada de autobuses del colegio.

Otra gran reivindicación de los vecinos es la iluminación de la carretera CM-4000, por lo menos entre la gasolinera hasta el camping. Montojo le apuntó a Velázquez que esta «es la imagen de Toledo» porque todos los fines de semana ha bodas, además de postín. Y solo están las farolas que se instalaron en la anterior legislatura en el interior de la urbanización.

Tras este encuentro, el pasado 28 de febrero se personó en La Bastida Loreto Molina, edil de Obras, para estudiar estas reivindicaciones.