Se enfrenta a 3 años de cárcel por abuso sexual a una anciana

EFE
-

El procesado es un auxiliar, acusado de frotar sus genitales contra la enferma de alzheimer

Se enfrenta a 3 años de cárcel por abuso sexual a una anciana - Foto: Yolanda Lancha

La Audiencia provincial de Toledo celebrará el miércoles un juicio contra un auxiliar de geriatría acusado de abusos sexuales a una víctima especialmente vulnerable, de 81 años, para el que el fiscal ha solicitado tres años de prisión.

Según el escrito de acusación del fiscal, consultado por EFE, también ha pedido la inhabilitación para el desempeño de cualquier profesión que conlleve contacto regular y directo con ancianos o personas con discapacidad por seis años y ocho años en el caso de menores, así como que indemnice a la víctima con 6.000 euros por daños morales.

Los hechos enjuiciados se remontan a octubre de 2021 en un centro de mayores donde el acusado trabajaba como auxiliar de geriatría desde hacía 18 años.

Entre las 00:00 y las 00:30 horas de la noche en concreto, el procesado estaba realizando la entrega de medicación a los residentes ubicados en la planta baja del centro y accedió a la habitación de la víctima, diagnosticada de deterioro cognitivo moderado en el contexto de una demencia senil delirante/enfermedad de Alzheimer.

Una vez dentro de su habitación, según la fiscal, aprovechó que la compañera de la víctima se encontraba durmiendo; desnudó a la residente y la llevó al cuarto de baño privado de la habitación, donde llevó a cabo presuntamente el abuso sexual.

Según la acusación del ministerio público, el procesado, de 65 años de edad a día de hoy, colocó a la octogenaria apoyada en el lavabo y se puso a su espalda. El hombre se bajó los pantalones y los calzoncillos; en ese momento, frotó sus genitales contra el culo y la parte trasera del cuerpo de la anciana

En ese momento, la otra auxiliar que trabajaba esa noche en la residencia accedió a la habitación y sorprendió al acusado en dicha actitud, ante lo cual salió corriendo y él detrás mientras le pedía que no dijera nada de lo ocurrido, que no volvería a ocurrir y que «le iba a arruinar la vida»; pero la auxiliar contó lo ocurrido a la directora del centro.

Examinada con posterioridad la residente por el médico forense, concluyó que presentaba un deterioro cognitivo moderado en el contexto de una demencia senil delirante/enfermedad de Alzheimer, por el que tenía deficiencias amnésicas que le impedían orden de manera cronológica hechos ocurridos en el pasado.