Ivan Ivanov venció su segunda prueba en Toledo en tan solo siete días al entrar en primer lugar en la línea de meta de la XVII Carrera de los Bomberos, celebrada ayer por la mañana en la capital. El ucraniano del Bicicletas Pina Soliss Tritoledo fue el más rápido en recorrer los 8 kilómetros de un circuito por un paraje incomparable, la vuelta al Valle, y aventajó en veinte segundos al segundo clasificado, el atleta del Club Atletismo La Laguna Jesús Lungarán. Hubo que esperar un poco más para conocer la identidad del que les acompañó en el podio ocupando el tercer cajón, el incombustible Bikila Noé Romero. En chicas, la ganadora fue Beatriz Olivares, que pertenece al Corremolinos de Consuegra.
Al final, cerca de 300 participantes tomaron parte en una carrera que estuvo ensombrecida por una lluvia intermitente. Sin embargo, la temperatura fue buena para los corredores y para los espectadores. Desde los primeros metros se pudo ver a los más fuertes en las primeras posiciones. Se formó un grupo en el que se encontraban los aspirantes a levantar los brazos en el Parque de Bomberos, donde previamente se había dado la salida. Ni siquiera el primer repecho seleccionó la cabeza de carrera.
Bien es verdad que pasado el ecuador, fueron cayendo corredores hasta que se quedaron los primeros clasificados. Ivanov y Lungarán protagonizaron un mano a mano que acabó llevándose el ucraniano en los últimos metros, ya en la zona del Salto del Caballo. El sprint le sirvió para celebrar su triunfo con un tiempo de 26 minutos y 22 segundos. Lungarán marcó 26:42 y Noé Romero, tercero, 28:09. En cuarta posición se vio entrar a su compañero del Bikila Toledo Javier Chozas (28:30).
Con cuentagotas fueron entrando más participantes hasta que casi nueve minutos después de que entrarse el primero, apareció la primera fémina. En este caso, Beatriz Olivares, del Corremolinos de Consuegra, con una marca de 35 minutos y 5 segundos. 35:45 invirtió la integrante del Carrasco es Ciclismo Marisa Sánchez, mientras que poco después (36:04) terminó la prueba Celine Gallardo, madrileña del Clínicas Menorca.
Pero también hubo tiempo para la diversión de los más pequeños después, eso sí, de una buena carrera. Las categorías menores se disputaron antes de la absoluta, aunque se dejó para más tarde la de los chupetines, que hicieron las delicias de los familiares y amigos. La pena es que tuvieran que conformarse con pintarse la cara y disfrutar de una mañana gris que desinfló los castillos por culpa de la lluvia. Y para reponer fuerzas y coger calorías, un arroz a la hora de comer cerró este décimo séptimo homenaje a los bomberos toledanos.