El nadador español Hugo González de Oliveira se clasificó este domingo para la final de los 100 metros espalda de los Juegos Olímpicos de París, después de superar con suspense tanto las series matinales como las semifinales de la noche, mientras que la española Jessica Vall quedó fuera en las eliminatorias del 100 metros braza femenino.
La andadura del campeón del mundo de 200 espalda arrancaba con los 100 espalda, prueba elegida para ir 'entrando en calor' en una piscina que ha dejado claro que no le agrada demasiado, pero donde ya mostró su nivel para alcanzar la segunda final olímpica de su carrera tras la lograda en Tokyo 2020 en la misma prueba.
Por la mañana, el nadador mallorquín de 25 años ya sufrió un tanto para colarse entre los 16 semifinalistas ya que avanzó a la sesión nocturna con el decimocuarto mejor crono (53.68), lo que la hacía nadar por una calle exterior en busca de la final y necesitando una mejora para tener opciones.
Hugo González nadó en la primera semifinal por la calle 1 y tras la mitad de la prueba iba sexto, aunque a partir de ahí apretó considerablemente para concluir en la quinta posición con un crono de 52.95. Al español le tocaba esperar a la segunda semifinal y finalmente logró el último billete para la final de este domingo donde intentará mejorar el sexto puesto de hace tres años en Tokio cuando nadó en 52.78.
Por su parte, la catalana Jessica Vall fue 27ª en las primeras series del 100 metros braza femenino y no se pudo meter en semifinales. Lejos de los mejores cronos y del acceso a 'semis', la veterana se centra ahora en una prueba del 200 metros braza que se le suele dar mejor. Aunque todo huele a un 'último tango en París'.
En cuanto a las medallas, una de las grandes estrellas de este deporte, el francés Leon Marchand, no falló en los 400 metros estilos y lo hizo además batiendo el récord olímpico que estaba en poder del estadounidense Michael Phelps.
Marchand se hizo con la medalla de oro tras marcar un tiempo de 4:02.95, mejorando en casi un segundo, la marca que tenía en su poder el 'Tiburón de Baltimore' (4:03.84) desde Pekín 2008, aunque no pudo con su plusmarca mundial (4:02.50).
El francés de 22 años, que tiene el entrenador que tuvo Phelps (Bob Bowman), se exhibió ante su enfervorizado público y aventajó en casi seis segundos a la medalla de plata, el japonés Tomoyuki Matsushita, mientras que el bronce fue para el estadounidense Carson Foster.
Por otro lado, Torri Huske lideró el doblete de los Estados Unidos en los 100 metros mariposa tras imponerse en una ajustadísima final a su compatriota Gretchen Walsh, plusmarquista mundial, por tan sólo cuatro centésimas (55.59-55.63). La china Zhang Yufei se hizo con el bronce a más de medio segundo.
Finalmente, el italiano Nicolò Martinenghi se colgó el oro en los 100 metros braza, donde derrotó al gran favorito, el británico Adam Peaty, y al estadounidense Nic Fink, que se quedaron a tan sólo dos centésimas y compartieron la plata.
Peaty aspiraba en estos Juegos Olímpicos a convertirse en el segundo nadador, después de Michael Phelps, que gana el oro en los 100 metros braza en tres Juegos consecutivos, tras sus éxitos en Río 2016 y Tokio 2020.