Los efectos materiales del temporal que ha sacudido el centro peninsular en las últimas horas permanecerán durante días en las calles de muchos de los municipios de la provincia. Las localidades próximas a los ríos Tajo, Guadarrama y Alberche son algunas de las más perjudicadas. En la septentrional comarca de la Sagra, los daños son especialmente visibles en sus calles. «Estamos fatal», asegura la alcaldesa de Mocejón, Conchi Cedillo. Sobre su localidad llovió hasta las 14.00 horas del lunes, casi un día completo de feroz precipitación. Las balsas de lodo son el recuerdo latente de dos jornadas de angustia.
En Mocejón, se distinguen tres áreas especialmente dañadas por el paso de la DANA. La primera zona parte de la calle Olmo, desde donde bajó el torrente procedente de Olías del Rey, y llega hasta la salida del municipio en dirección a Villaseca. Otro de los puntos donde el castigo se materializa de manera evidente se sitúa en las proximidades de la plaza de toros. El tercer enclave de gran deterioro es el entorno del paseo de los Molinos.
«Los vecinos, el personal del Ayuntamiento y los efectivos de emergencias hemos pasado toda la noche en pie», cuenta Cedillo sobre la oscura madrugada del domingo al lunes. Los equipos de rescate tuvieron que poner a resguardo a decenas de vecinos en las horas en las que el caudal de agua alcanzó su mayor volumen.
Mocejón, como otros tantos municipios de su comarca y del conjunto de la provincia, no es el mismo que el sábado, antes de la gran explosión atmosférica. «Es desolador», lamenta Cedillo. El barro se acumula en las calles; las labores de limpieza comienzan. Además, aguardan las tareas para achicar agua de los garajes.
Una situación similar describen los vecinos de la localidad colindante de Magán. En este municipio, el agua ha inundado la mitad sur del núcleo urbano, la más cercana a Olías. En el pueblo apuntan al desbordamiento de una pequeña presa situada en el término municipal oliero como la posible responsable de la gran avenida que azotó a Magán sobre las 21.30 horas. En pocos minutos, la lámina de agua que ya alfombraba las calles multiplicó su grosor. Pocos minutos después, se perdió la luz y no se recuperó hasta la medianoche. A lo largo del día de ayer se produjeron cortes en el suministro de agua corriente.
Los coches arrastrados se amontonan: son decenas los automóviles y furgonetas perjudicados por una fuerza que más allá de calarlos se los llevó lejos de donde permanecían aparcados. Los destrozos materiales se intuyen cuantiosos; sin aparentes daños materiales cabe reseñar el rescate de una mujer por una excavadora de gran tamaño en el momento en que la riada se tornó alarmante.
En Yunclillos, al otro lado de la A-42 y cerca del paso del Guadarrama, la fuerza del aluvión reventó la canalización del arroyo Calderuelas, la vía natural que atraviesa soterrada el municipio. La crecida destrozo la tubería de gran tamaño por la que discurre el cauce. El agua emergida alcanzó «más de dos metros de altura» en el centro del municipio. «Está toda la plaza destrozada», narra el alcalde Manuel Zamarreño. El paseo de la calle Real no ha corrido mejor suerte.
Nadie recuerda algo igual en la pequeña localidad sagreña. «Ha sido espectacular, algo nunca visto, una cosa inaudita». El centro de salud quedó anegado por el empuje torrencial de las aguas; los daños también alcanzaron el edificio consistorial, dos bares y un supermercado, además de varias viviendas. «Es caótico», resume el primer edil.
En otros municipios sagreños como Yuncos, Cedillo del Condado o Cabañas de la Sagra se han registrado daños en algunas infraestructuras próximas a algunos cauces.
FIESTAS ¿SUSPENDIDAS? Los destrozos provocados tras el paso de la DANA apuntan a la probable suspensión de las fiestas patronales de Mocejón y Yunclillos, según explican ambos regidores.
ECOS DE 2021 EN COBISA. Son «bastantes las casas y las familias» que han sufrido la embestida de la DANA en Cobisa, uno de los epicentros del temporal que en 2021 se cebó con los Montes. «Pero este, afortunadamente, no ha hecho tanto daño», relata su alcalde, Félix Ortega. Los mayores desperfectos se concentran en muebles, electrodomésticos y coches particulares.