Virgin Galactic realizó este 10 de agosto el primer vuelo comercial de su avión suborbital con clientes privados. La misión Galactic 02 incluyó a un octogenario y a una madre y su hija.
En su primera misión comercial en junio, Virgin Galactic transportó a tres científicos y militares italianos para realizar experimentos en un entorno de microgravedad.
En este segundo vuelo comercial -séptimo de la compañía-, la aeronave VSS Unity llevó haste el borde del espacio a Jon Goodwin de 80 años, atleta olímpico en 1972, ahora diagnosticado de párkinson y primer poseedor de billete de Virgin Galactic, así como a Keisha Schahaff y Anastatia Mayers, un dúo de madre (46) e hija (18) procedentes de Antigua & Barbuda, que ganó sus asientos en un sorteo que recaudó fondos para la ONG Space for Humanity. A ellos se unieron los pilotos Beth Mosses y, como comandante, Frederick Sturckow.
Despegando del sitio de lanzamiento de la compañía en Spaceport America en Nuevo México, el enorme avión de transporte blanco de Virgin Galactic, VMS Eve, elevó a Unity --del tamaño de un jet privado-- a una altitud de aproximadamente 50.000 pies (15.244 metros).
Luego, Eve lanzó Unity a las 15.23 UTC y poco después los pilotos encendieron el motor de cohete híbrido del avión espacial. Luego, Unity ascendió hasta el borde del espacio, a más de 50 millas (80 kilómetros) de la superficie de la Tierra.
Mientras los pasajeros a bordo experimentaron unos minutos de ingravidez, los pilotos reconfiguraron el avión espacial para volver a entrar en la atmósfera terrestre y luego planear con el vehículo hasta la pista donde Unity aterrizó como un avión a las 15.39 UTC.