El Colegio de Farmacéuticos de Toledo desempeña un papel crucial en la regulación, defensa y expansión de la profesión farmacéutica en la provincia. Su presidente, Francisco Javier Jimeno, explica que el objetivo de la entidad «es ordenar y defender la profesión farmacéutica, hacer cumplir las normativas, promover la difusión de la labor del profesional y garantizar el apoyo y amparo a los colegiados en su ejercicio diario».
En la provincia de Toledo, destaca que los retos más importantes para el sector farmacéutico son la creación de nuevos servicios de atención farmacéutica. «Hemos presentado un servicio pionero de nutrición farmacéutica, un nuevo servicio que nace para mejorar la salud de la población desde la oficina de farmacia», concreta Jimeno. Asimismo, resalta que uno de los proyectos a medio plazo es la realización de un estudio de detección de riesgos cardiovasculares en colaboración con el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).
En cuanto a la adaptación al mundo digital, el presidente señala que las farmacias de la provincia están 100% adaptadas a la receta electrónica y a los avances tecnológicos en el sector. «La receta electrónica es una herramienta clave para la modernización de nuestras farmacias, y el 90% de las recetas privadas también son electrónicas», detalla.
Uno de los temas que ha generado debate en el sector farmacéutico es la posible desaparición del prospecto en formato papel, en favor de las plataformas digitales. Jimeno opina que, aunque esta medida pueda estar respaldada por normativas estatales, hay que tener en cuenta que no todos los pacientes tienen acceso o facilidad para utilizar medios tecnológicos.
Sobre la posibilidad de que los farmacéuticos puedan prescribir ciertos medicamentos, Francisco Javier Jimeno muestra su apoyo. «Los farmacéuticos somos la puerta de entrada al sistema sanitario. Los pacientes nos consultan a diario sobre sus síntomas, y con nuestra formación podríamos hacer recomendaciones y, en algunos casos, incluso prescribir tratamientos para aliviar ciertas afecciones», manifiesta.
Observatorio de agresiones.
Recientemente, la entidad lanzó el Observatorio de Agresiones a Farmacéuticos, una iniciativa que busca visibilizar y combatir las agresiones que algunos profesionales enfrentan en su ejercicio. El presidente lo valora como una medida positiva: «Es fundamental que como colectivo tengamos un espacio para denunciar estas agresiones, que lamentablemente han aumentado en los últimos años».
El desabastecimiento de medicamentos es otra de las preocupaciones del sector. Jimeno apunta que existe una plataforma de comunicación para que las farmacias informen sobre la falta de suministro de medicamentos. «Es crucial que tanto farmacéuticos como pacientes cuenten con alternativas terapéuticas», indica.
En relación con los problemas sociales, Jimeno precisa que las farmacias tienen un papel clave en la lucha contra la soledad no deseada. «En muchos pueblos rurales, las farmacias son el único punto de contacto y confianza para los pacientes. Estamos trabajando en un plan para detectar la soledad no deseada y poner en contacto a estas personas con las autoridades correspondientes», afirma.