La población residente en la provincia de Toledo alcanzó las 743.810 personas el 1 de julio, la cifra más elevada de la serie histórica. Durante el primer semestre de 2024, el número de vecinos ha crecido en 1.914 moradores, un incremento que prolonga la expansión demográfica que vive el territorio toledano en los últimos años, un fenómeno especialmente intenso en los trimestres posteriores a la crisis sanitaria provocada por la pandemia de covid-19.
En los últimos cuatro años, el volumen de residentes en la provincia ha incorporado a 37.104 personas, lo que supone algo más de 9.000 de forma anual. Entre el 1 de julio del pasado año y la misma fecha del corriente, Toledo ha ganado 7.065 vecinos, un dato que confirma una cierta ralentización en el ritmo de empadronamientos y que certifica cuán importantes resultaron los ejercicios de 2022 y 2023 para el crecimiento poblacional de la provincia.
El tirón de Toledo impulsa el repunte residencial que se registra en el conjunto de la comunidad autónoma. En los últimos cuatro años, la población residente en Castilla-La Mancha se ha estirado desde los 2.045.920 vecinos que se acumulaban el 1 de julio de 2020 hasta los 2.107.420 de la última revisión estadística. En total, la región ha ganado 62.500 ciudadanos en este periodo, de los que el 59,4% se han afincado en alguno de los municipios de la provincia de Toledo. Aproximadamente, seis de cada diez nuevos castellano-manchegos han escogido la provincia de la cabecera regional para emprender una nueva vida.
Los datos relativos a la población en Toledo se nutren del empuje migratorio, un aporte que brindan tanto los nacionales que recalan en este territorio procedentes de diferentes provincias como de los extranjeros que se asientan en un tierra que presume de buena ubicación geográfica y oportunidades de empleo en varios sectores productivos y actividades económicas. El impacto del saldo natural, esto es, la diferencia entre los nacimientos y las muertes, es apenas apreciable o, en todo caso, negativo.
La provincia cuenta con 648.866 vecinos con nacionalidad española y 94.944 residentes foráneos. El número de locales mantiene un crecimiento sostenido, aunque tímido: en los últimos cuatro años, los padrones toledanos han incorporado 15.961 españoles. El repunte de población extranjera es aún mayor: el 1 de julio había 72.801 residentes extranjeros en Toledo; cuatro años después, son 22.143 más.
Por tanto, de los algo más de 37.000 nuevos residentes en la provincia en los últimos cuatro años, el 59,7% del total se corresponde con personas con nacionalidad extranjera.