Un nuevo acto vandálico en la ciudad, esta vez contra la puerta del Salón Rico este fin de semana, ha motivado una intensa investigación y colaboración de la Policía Local con la Nacional para esclarecer los hechos lo antes posible.
En este caso, el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, mostró ayer su preocupación ante este suceso y aseguró que el objetivo se centra ahora «en tratar de imponer las sanciones oportunas».
Respecto a la posibilidad de que pueda repetirse el episodio, el alcalde remarcó que se han instalado cámaras de seguridad recientemente y confía en que estas medidas sean suficientes para evitar nuevos actos vandálicos. Si bien, también considera que la llegada de nuevos vecinos a las cinco viviendas del Corral de Don Diego también tendrán «un efecto disuasorio».
Poco tiempo después, la vicealcaldesa y edil de Seguridad Ciudadana, Inés Cañizares, participó en una entrevista en la Cadena Ser para ofrecer la última hora al respecto. En ella, Cañizares confirmó que la zona cuenta con cámaras de vigilancia instaladas tras la rehabilitación del entorno, pero que todavía no están operativas, por lo que no existen grabaciones para identificar a los autores de los hechos en el Salón Rico.
«Vamos a acelerar el proceso para que las cámaras puedan estar funcionando en un par de meses», señaló la edil de Seguridad Ciudadana. Explicó que al ser cámaras pensadas para seguridad y no vigilancia del tráfico conllevan «unos permisos especiales» que hoy mismo se presentarán en Delegación de Gobierno, tal y como ha podido saber La Tribuna. Más adelante deberá ser el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha el que otorgue la autorización pertinente.
Además, la vicealcaldesa confirmó en los micrófonos de la Ser que la Policía Local tiene la certeza de que los actos vandálicos se produjeron como consecuencia de un botellón realizado en la zona e insiste en que los hechos tienen «una connotación aún más negativa», puesto que «no hubo robo ni finalidad económica, sino intención de destrozar por destrozar, romper lo que pagamos todos por pura diversión».
Hay que recordar que el botellón permanece prohibido en la ciudad desde la pandemia del Covid-19, cuando se amplió la restricción del casco a la ciudad para evitar reuniones sociales y meses más tarde el Pleno decidió mantener la medida por el momento. En cualquier caso, Cañizares apela a la responsabilidad ciudadana porque «no se puede tener a un policía y a un barrendero todos los días vigilando la zona».
Carlos Velázquez por su parte no contempla cerrar este espacio público por las noches a pesar de que materialmente sería posible. Sin embargo, considera que tomar esta medida no es adecuada porque se trata de un espacio recién renovado que los toledanos pueden disfrutar en el Casco Histórico.
Asimismo, el alcalde aseguró que los actos vandálicos son episodios puntuales que también se repiten en otras partes de la ciudad.