Esta escultura de mediano formato que junto con el retrato de la reina regente María Cristina de Habsburgo abren la exposición temporal del Museo del Ejercito: '1898 El final de cuatro siglos de Cuba y Filipinas españolas' fue atribuida durante mucho tiempo a Benlliure, pues fue este último quien realizó el grupo Alfonso XII a caballo que corona el monumento dedicado al rey en el madrileño parque del Retiro y en apariencia ambas obras guardan una relación conceptual. La creencia se mantuvo hasta hace pocos años a pesar de que el propio Benlliure ya había indicado que esta obra no era suya.
La realidad es que nuestra escultura fue modelada en 1886 por el artista barcelonés Justo de Gandarias y Planzón (1846-1933), artista formado en París, y de amplia producción, aunque bastante desconocido en España. Gandarias diseñó el grupo de Alfonso XII a caballo por encargo de Enriqueta María Roca de Togores y Corradini, IV condesa de Pinohermoso, tras el fallecimiento de Alfonso XII en noviembre de 1885. La condesa decidió que había que modelar, inmediatamente, una estatua ecuestre en su memoria y fundir una serie de ejemplares de medio formato. Se fundió en la albacetense Compañía Metalúrgica de San Juan de Alcaraz, antigua Reales Fábricas de Bronce y Latón, de la que era gestor Pablo Pérez-Seoane y Marín, II conde de Velle (citado también como conde de Pinohermoso), esposo de la anterior.
El autor se tuvo que basar en dos fotografías del monarca a caballo que le fueron facilitadas y seguramente en apuntes al natural del caballo favorito del rey. En noviembre de 1886 la fundición de varios ejemplares del grupo estaba concluida.
El primer ejemplar se donó a la reina regente el 4 de diciembre de ese mismo año. Posteriormente apareció en prensa la posibilidad de adquirir algún ejemplar al precio de 750 pesetas. Aquella tirada, que apenas pasó de los 30 ejemplares, se numeró, pero no existe registro de su destino. Actualmente se conoce el paradero de algo más de diez de ellos. La obra presente en la exposición temporal está marcada con el numero 11 y fue donada por la infanta Isabel de Borbón y Borbón, hermana de Alfonso XII al Regimiento de Infantería Saboya el 9 de julio de 1908.
Con la fundición de estas pequeñas obras de arte finalizaba la primera parte del homenaje a la memoria de Alfonso XII que debía culminar con el levantamiento de un gran monumento que se pretendía acometer y del que la obra de Gandarias pretendía ser boceto. A pesar de que la reina regente dictó el 26 de julio de 1887 una orden de erigir una estatua de bronce en memoria del fallecido rey, la suscripción nacional no alcanzó la suma prevista y el proyecto hubo de posponerse. Tras unos años difíciles, sería en febrero de 1901 cuando se nombre una comisión que, esta vez sí, será capaz de culminar el monumento alfonsino, aunque este será realizado por Mariano Benlliure.