El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, viajó el pasado sábado a Camuñas. Allí le esperaban cientos de vecinos para presenciar la recepción de la sagrada reliquia de la Cruz de Jesucristo. El insigne trozo del Lignum Crucis, como así se llaman en latín las reliquias de astillas de madera de la cruz donde Jesús murió, se incorpora al patrimonio de este pequeño pueblo manchego, un extraordinario elemento para riqueza espiritual de los fieles. Desde hace cinco siglos, los antepasados aguardaban un regalo así tras la constitución de la Hermandad de la Vera Cruz.

Los vecinos se prepararon para este momento con una serie de conferencias, actos y oraciones; a la vez, aportaron voluntariamente el dinero necesario para costear entre todos un relicario sobresaliente, una pieza de orfebrería única por su tamaño y belleza.

La multitudinaria recepción contó con el arzobispo de Toledo, el párroco de Camuñas, Óscar Torres, el arcipreste de Toledo, el vicario episcopal para el clero de Toledo y hasta 14 sacerdotes procedentes de otros pueblos de la comarca. Asimismo, concurrieron las autoridades locales, las hermandades del pueblo y nueve hermandades invitadas de otros municipios.

Los vecinos de Camuñas recibieron la reliquia portada por el arzobispo de Toledo en la entrada del pueblo, y se procesionó hasta la iglesia parroquial construida por Juan de Villanueva, donde se celebró la misa presidida por el arzobispo Cerro Chaves. Acabada la Eucaristía, los presentes procesionaron de nuevo hasta la primitiva ermita de la Vera Cruz, construida en el siglo XV.

el día más importante. El presidente de la Hermandad de la Santa y Vera Cruz de Camuñas, Javier Plaza, ha definido este día como «el más grande e importante de la historia de la devoción a la Cruz en Camuñas». Al respecto, el párroco del pueblo de unos 1.800 empadronados ve en el pasado 2 de febrero el principio de una creciente espiritualidad en la localidad, fundamentada en la Pasión de Cristo y la Cruz. «Esto es sólo el principio de un bien muy grande para el pueblo y toda la comarca», subrayó el religioso.

A partir de esta cuaresma y ya para siempre, los feligreses podrán visitar Camuñas para ver de cerca el precioso relicario y venerar con un beso el Lignum Crucis en la misa de 7 de la tarde cada viernes en la ermita.

Esta reliquia formó parte de un antiguo pectoral episcopal que cayó en manos privadas de un particular; fue rescatada por la parroquia de Camuñas, por mediación del Arzobispado de Toledo, después de siglos para el uso que se le debe dar: el culto. Así lo destacaba la Hermandad de la Vera Cruz de Camuñas. La reliquia viene acompañada de su carta de autenticidad datada en el año 1734 y firmada por el obispo de Faenza Antonio Cantonni.