La Dirección General de Instituciones Penitenciarias está investigando la fuga de un recluso registrada durante el día 25 de febrero en el centro penitenciario de Cuenca.
Fuentes de Instituciones Penitenciarias han precisado que la evasión se registró el martes, a última hora de la tarde. Un interno accedió al perímetro de seguridad y de ahí accedió al exterior de la prisión. De forma inmediata se activaron las alarmas, pero no fue posible evitar la evasión. La Dirección General ha abierto una «información previa» para analizar los hechos y poder evitarlos en un futuro.
La Guardia Civil de Cuenca tuvo conocimiento de la evasión poco después de producirse e inmediatamente se estableció un dispositivo de búsqueda en toda la provincia, a la vez que se daba aviso a todas las provincias limítrofes y al resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Desde el martes, todas las patrullas en servicio tienen como prioridad la búsqueda y localización de la persona evadida. Además, la Benemérita tiene una investigación abierta para averiguar las circunstancias de la evasión y localizar al preso evadido.
El preso se aprovechó de que la vigilancia estaba centrada en el área del comedor por la hora de la cena y de las obras que se están realizando en el recinto, según han indicado a Efe fuentes del personal penitenciario.
La fuga se produjo el martes a la hora de la cena cuando, aprovechando que la vigilancia estaba centrada en el área de comedor, el interno saltó el primer muro y accedió al perímetro de seguridad, que se encuentra con varios escombros y enseres debido a las obras del centro penitenciario.
Una vez allí, franqueó también el segundo muro y se dio a la fuga, pese a que fue detectado por las cámaras de seguridad y se dio la alarma.
Según estas mismas fuentes, el interno había ingresado en prisión por primera vez por delitos de robo y hurto en vehículos y era de reciente ingreso.
La prisión de Cuenca se encuentra en obras y el número de internos se ha reducido de 170 a 40, según estas fuentes del personal penitenciario.