La urbanización Virgen del Prado, más conocida como los chalets de Gil, fue el domingo una de las zonas más afectadas en Talavera por las inundaciones tras las fuertes lluvias. No era la primera vez que sufrían en su planta baja los efectos de las tormentas, pero sí ha sido «la peor, con más cantidad de agua y de una forma más agresiva».
A los efectos del cambio climático, cada vez más alarmantes, se suma la situación del colector que presta servicio a estas viviendas, que empeora con las intensas lluvias y que, según explican los vecinos, tiene solución, ya aprobada por Aqualia, empresa concesionaria del agua en Talavera.
Esta pasaría por la conexión de este colector con el que formará parte de la nueva urbanización del PAU de la ILTA, que comenzará a tomar forma en breve en la manzana de al lado.
Según informan los vecinos, en la salida de su colector al colector general, se tienen que sortear los cables de comunicaciones que dan servicio a la central nuclear de Almaraz, que pasan por la avenida de Madrid, «haciendo un sifón con el que se pierde eficiencia». Con el enlace con la nueva infraestructura, se salvaría entre otras cosas esta circunstancia.
«Aquí se encuentra la clave de todo», indican los vecinos, quienes recuerdan al Ayuntamiento que esta es la alternativa para solucionar este problema de inundaciones en su zona, que cuenta con la aprobación de Aqualia y que «ya conocen en el Consistorio, aunque nadie se ha atrevido a llevar a cabo».
Con esto se solucionaría una parte importante, pero no todo. Los residentes en esta zona de la ciudad son conscientes de la antigüedad de los desagües que dan servicio a las aguas sucias de su comunidad, a lo que se suma su elevada altura, «por lo que cuando se colapsa mínimamente este agua sucia entra en las viviendas». Este problema es el que sufren las viviendas de la avenida de Madrid con el agua que sale por los sumideros y el inodoro de la planta baja. Si a esto le suman las fuertes tormentas, «tienes doble inundación», que sufren también el resto de viviendas de la urbanización. No ayudó el domingo el mantenimiento de las calles abiertas al tráfico con el «fuerte oleaje» que ocasionaban los vehículos y que chocaban contra las puertas de los garajes dejando más agua en su interior.
Mejoras. De realizarse, estas mejoras podrían sumarse a las realizadas por el anterior Ejecutivo municipal que, si no solucionaron por completo el problema, sí ayudaron a mejorarlo. En estas, se modificó el vertido de las aguas fecales de la residencia de salud mental próxima al colector de estos chalets, lo que ha aliviado la situación, y se ubicaron unas rejillas en el paso de cebra de la calle Comercio con avenida de Madrid. No obstante, tampoco se solucionó por completo ya que «al hacerse después de asfaltar la calle para hacer el carril bici, dieron caída a la única alcantarilla que había y las alcantarillas nuevas no recogen todo el agua que deberían y una vez que se satura la calle, cogen agua pero demasiado tarde».
Los vecinos de esta urbanización reclaman la mejora de infraestructuras para hacer frente a las cada vez más fuertes consecuencias del cambio climático, cuyos efectos sí se pueden mitigar. «No es lo mismo una inundación de un metro que de 20 centímetros».
Asimismo, lamentan la falta de un plan de emergencia y de la emisión de alertas y precauciones por parte del Ayuntamiento de Talavera.