Pasado más de un año de legislatura, ¿qué valoración hace la Federación Vecinal de la gestión del Gobierno?

Ha pasado más de un año y esta ciudad sigue prácticamente igual. Se echa en cara al Gobierno que tendría que haber avanzado en ciertas historias. O, por lo menos, haber explicado el porqué no lo hace. El problema es que las explicaciones aquí solo son a golpe de prensa. Por ejemplo, sigue pendiente el Plan de Asfaltado en prácticamente todos los barrios, y van dando pinceladas, como van a hacer ahora en Santa Teresa camino de la Universidad. Pero son pequeñas gotas, no hay un plan integral.

El Gobierno sí está haciendo bien una cosa. Está actuando con mucha inteligencia, ha evaluado lo que hizo el PSOEestos años y dónde fallaba, y lo está tratando de corregir. Una de esas cuestiones ha sido la rapidez de respuesta del Ayuntamiento, aún a sabiendas de que no todo se va a poder responder a todo. Cuando se trata de solucionar cuestiones pequeñas, está actuando con rapidez. Distintas asociaciones han pasado avisos al Ayuntamiento y se están ejecutando cuando son de pequeño calado.

¿Cuáles deberían ser las prioridades municipales en el nuevo curso político que comienza?

Hay un POM pendiente, que tiene que aguantar el mayor número de años posibles. No puede ser un POM con treinta y tantas modificaciones puntuales, que normalmente son intereses muy puntuales o recalificaciones de cosas que dan por buenas cuando no deberían. Luego necesitamos una ciudad con visión del siglo XXI, no puede ser que tengamos una estación de autobuses en estas condiciones, que ya también se para el ascensor y hay días que los usuarios solo pueden subir andando por las escaleras. No pueden alegar motivos económicos, porque hay que rehabilitarla sí o sí. El escudo en que se amparan unos y otros es la separación de competencias de Ayuntamiento y Junta, y da igual que sean del mismo o distinto signo político.

En septiembre se dará a conocer el trazado del AVE a Lisboa. ¿Cómo debería ser su paso por Toledo?

Nuestra apuesta es que utilicen la red de Bargas. Si el tren no puede parar en la estación actual que la alejen. Tendrían que alejarla, como mínimo, hasta Luz del Tajo. Aquí todo el mundo quiere que todo esté metido dentro de la ciudad, pero en otras ciudades no es así, y nadie protesta. Toledo está mal acostumbrada en el aspecto de que todo el mundo quiere tener todo a la puerta de casa, y eso no puede ser. Cuando vas a una estación cargado sueles ir en vehículo, y lo mismo te da que esté dentro de la ciudad, que a diez kilómetros.

Ahora Óscar Puente ha amenazado a todo el mundo en sus últimas declaraciones con que si no se ponen de acuerdo, va a hacer lo que le dé la gana, cosa que me parece demasiado prepotente por su parte. Creo que tendrá que llegar al acuerdo que tenga que llegar, y el problema económico no puede ser excusa, porque necesitamos una infraestructura para el siglo que viene y si luego tienes que hacer una modificación sobre algo consolidado, cuesta tres veces más. Es preferible que lo hagan por partes, pero en condiciones.

¿Qué consecuencias puede tener el puente a Azucaica, si se termina haciendo?

Le hemos dicho al Ayuntamiento que el puente de Azucacia es pan para hoy y hambre para mañana. Es una carretera de un carril, porque como lo va a hacer el Ayuntamiento con sus recursos no tiene para más, y se baraja prohibir que entren camiones. Eso es insuficiente y no va a solucionar los atascos.

Hemos pedido al Ayuntamiento que exija a la Junta o al Gobierno central, a quien haga falta, que cierren la Circunvalación de Toledo. A partir de ahí se empezarán a diseñar las radiales. Eso es lo prioritario. Que se dejen del puente de Azucaica, que quizás luego lo tendrán que hacer.

¿Se está impacientando la gente al ver que no llegan las soluciones a los atascos?

La sorpresa el otro día, aunque ya nos sorprendemos poco, es que saquen a licitación la redacción del proyecto del tercer carril, que para este año es imposible. Esa es la participación, nadie tenía ni idea de por dónde iba ese proyecto. Cuando solicitamos una entrevista a Fomento, nos dijo que ya había dado las explicaciones a quien se las tenía que dar. Luego hablar con el Ayuntamiento y te dicen que no le han dejado mover ni una coma. Nos preocupa por ejemplo que en los ensanches está la parcela M11, junto a la subida al hospital, donde la contención de agua es impresionante, como le dé por saltar el agua la carretera puede haber problemas.

Hablando del Polígono, El Tajo sigue criticando que no se han solucionado los problemas del amianto.

El Tajo ve que la Junta sigue dando patadas adelante, cuando se ha demostrado que sus medidas no son las correctas. Porque combinan soluciones técnicas, sujetadas por la economía, y este es un tema en el que se debe aplicar integralmente la solución técnica. La última DANA dejó al descubierto todo, y hubo que volver a invertir dinero. Al final casi les hubiera salido más barata nuestra solución, que no pedíamos de hoy para mañana.

¿Cómo habrá que modificar el servicio de autobuses?

Aquí los ciudadanos tienen que acostumbrarse a hacer transbordos, y en Toledo tienen la ventaja de que son gratis. Creemos que harían falta líneas más eficientes, con trayectos más cortos, pero donde la conexión sea sencilla, que no te toque esperar media hora. Y entendemos que se necesita un estudio muy en profundidad, porque esta ciudad está mal diseñada.

Hemos pedido que los autobuses, como con casi todos los servicios, se remunicipalicen. Pero nadie está por la labor, da igual el signo político. Así lo he pedido en el Patronato Deportivo, por ejemplo. El Ayuntamiento puede y debe, en su momento dio estos servicios, funcionaba bien, pero llegaron los liberales y comenzaron a privatizar. Ahora la pelea es que por lo menos las condiciones laborales del personal mejoren en la medida de las posibilidades.

¿Qué servicios son los que peor funcionan?

Por ejemplo, la limpieza y los jardines, por lo menos en ciertos barrios, son escasos. Por lo menos en lo que afecta al Polígono, la limpieza cuesta. Y en el último desbroce, se quedó todo en el suelo y avivó un incendio.

¿Se está contando con la Federación para el POM?

Mantuvimos una reunión con Florentino Delgado, concejal de Urbanismo, donde le pedimos las líneas del Ayuntamiento para actuar, y él lo quería hacer al revés. Pero ya en la anterior legislatura se gastó un dineral en buscar ideas, y tiene también el antiguo PMUS, donde se recogieron ideas, pero no han hecho caso. Porque allí se recogía que o se hacía un carril bus o el atasco sería tremendo. Se debería haber hecho un punto de lanzadera hacia el Hospital desde el paseo de la Rosa, que se combine con las demás líneas.

¿Cómo debería ser el Toledo del siglo XXI?

Todo el mundo acepta que hay que compactar la ciudad, pero luego estamos viendo que están saliendo otros planes urbanísticos en las puntas. Tienes el Observatorio o las cinco mil viviendas del Polígono. ¡Vaya distancias!

¿El POM debería ser una herramienta para abaratar la vivienda?

Debe serlo. Pero hay que hacer planificaciones reales. Sigue habiendo en Toledo una cantidad de vivienda vacía muy importante, y eso no pude ser. No se puede mercantilizar más la vivienda, bastante lo está ya. Luego en Toledo los pueblos de su alrededor están muy cerca. Olías está casi más cerca que La Legua. Eso da problemas de servicios o de competencias. Esos problemas se tienen que resolver, y si Olías y los demás pueblos tienen que ser absorbidos por Toledo, que lo sean. En Madrid hubo mucha polémica cuando absorbió Vallecas, pero fue la única solución para que Vallecas creciera a lo que es hoy.

¿Os preocupan las viviendas turísticas?

El planteamiento de las viviendas turísticas, sí. Hicimos alegaciones al borrador de legislación que presentó el PSOE porque no se pueden circunscribir a una zona determinada, el Casco, que está tan saturado, que ya salen fuera. Debería reglarse para que solo haya apartamentos cuando tengan todo el inmueble, de lo contrario, serán un incordio para los vecinos. La convivencia en el mismo edificio de alguien de vacaciones con un vecino que tiene que levantarse para trabajar es complicado.

Más allá de los apartamentos turísticos, ¿cómo se rehabilita el Casco?

Tiene que llegar un punto en el que se diga «hasta aquí hemos llegado» al turismo. De momento, pedimos al Ayuntamiento que instaura la tasa turística y lo sacó solo para los que no pernocten, lo que nos parece insuficiente. Una tasa turística para todos no va a afectar al turismo, cuando vas a otras ciudades, lo pagas y nadie dice nada. El problema es que esta ciudad ha montado su crecimiento alrededor del turismo, y se ha convertido en un problema. Hace muchos años que se debería haber cambiado el modelo del turismo por otro industrial. Ahora cambiar el modelo cada año cuesta más.

¿Cómo está siendo la participación esta legislatura?

Por mucho que Bruselas se empeñe en poner la participación ciudadana como pilar fundamental de cara a los objetivos 2030, nosotros pensamos que en Toledo sigue siendo muy deficiente. La legislatura anterior y esta, Toledo se suma a la Red de Grandes Ciudades, con sus ventajas y desventajas. El problema es que se sumen al carro de unas cuestiones, pero no pueden mantener otras. Ahora Toledo no tiene recursos suficientes para poder mantener lo que la Declaración de la Red compromete. Tuvieron que montar los consejos de barrio, equivalente de las juntas de distrito, pero sin competencias, ni recursos, no tienen nada. Solo se escucha a los vecinos y si es de pequeño calado, vale.

Pero, ¿se atiende mejor a las demandas vecinales?

Lo único que se ha hecho es que un día a la semana te atiende el concejal de Participación. Visto cómo va el tema, es lo más efectivo, más que el consejo en sí. Hay semanas que el calendario político complica las citas.

¿Los presupuestos participativos se están ejecutando?

No, y no se van a ejecutar ya, no da tiempo. El problema es que nosotros entendemos que los presupuestos participativos no son participación. Participación es que se dote de una parte del presupuesto a los consejos de barrio. Eso no es quitar poder al concejal de ningún área, sino distribuir el presupuesto, porque si voy a asfaltar toda la ciudad, puedo sacar luego el dinero de los distritos. Pero tiene que haber una descentralización.

¿Cómo va la redacción del nuevo reglamento de Participación?

Tenemos una reunión prevista para septiembre. Pero ya nos han dicho que Toledo no tiene infraestructura para lo que pedimos. No pueden dota a cada distrito de los funcionarios suficientes. De forma que te dan los presupuestos participativos, 500.000 euros por distrito, a dividir entre las peticiones de todas las asociaciones. Llevamos años negociando este nuevo reglamento, después de que la Federación diera por bueno el anterior con la condición de que se iría ampliando. Al final eso no ha pasado. Ahora nos echan en cara cuando lo criticamos que estuvimos de acuerdo. Pero la verdad es que nos pusieron entre la espada y la pared.

¿Cómo tienen que organizarse las fiestas de los barrios?

La Asociación que quiera seguir montando sus fiestas que lo haga, y para el resto, que el Ayuntamiento distribuya eventos de ciudad en los espacios que tenga libre, como el Tres Culturas. Hemos pedido una Red de Teatros Municipales, coordinada desde el Patronato del Rojas, porque la Cultura tiene que salir a toda la ciudad. Ese es el mismo concepto que tenemos para las fiestas. Tienen que intentar expandirlas por todos los barrios, y utilizar los recursos al alcance, como el parque de las Tres Culturas, y su anfiteatro, infrautilizados. Que se pongan en uso. Tiene que haber una distribución de recursos por toda la ciudad.

Aquí principalmente se critica las fiestas del Polígono, pero nadie critica, por ejemplo, que todo termine en el Casco. ¿Por qué se critican las fiestas del Polígono cuando los propios feriante dicen que es el único sitio con recursos óptimos para hacer eso? Lo que ha pasado este año es que el Ayuntamiento ha hecho fiestas como las de Palomarejos, con una inversión de dos mil euros, sí, más el dinero que ha recaudado con las barras y de los feriantes, es decir, ha puesto el dinero marcado pero se ha gastado más. Hoy los conceptos han cambiado. Cuando se montaron las asociaciones de vecinos, en barrios como el Polígono, se involucraba hasta el último socio, y las fiestas competían con las de Toledo. Ahora mucha gente se ha hecho mayor, en muchos barrios unas fiestas supone un sacrificio enorme, y al final todo se ha reducido a la cuestión económica.