Mi interlocutor era un concejal de Vox de nuestra tierra con el que me topé por Madrid y, cosas del paisanaje y una cierta amistad eché un rato y un trago con él. Está en un gobierno municipal con el PP y está en lo que toca y le toca. Cada vez más enfrascado en su quehacer y cada vez más perplejo de lo que está pasando en su partido. Era al día siguiente de que estallara el lío de Baleares, que era solo un día después de que Abascal dijera que no había líos ni los iba a haber.
 El hombre no se lo acababa de explicar. No entendía nada. No me quedó más remedio que contestar que yo menos aún. 
  Lo que está pasando en la que es aún tercera fuerza electoral de España, tras el fulgurante ascenso en municipales y autonómicas y frenazo y retroceso en las generales, empieza a oler a algo que no hace mucho hemos olido en partidos que subieron como cohete, y hoy ya no tienen pólvora ni para tirar un petardo. No quieren creer que eso les pueda pasar a ellos. Pero lo cierto es que algo y no bueno, les está empezando a pasar. Y que les debía dar que pensar. Demasiadas toses aquí y allá.
 Reconozco que sé poco de los intríngulis y peleas de su cúpula dirigente. Si es una evidencia  que algunas figuras que fueron sus referentes, y en un goteo que no acaba de cesar,  se han ido o les han dado capote y puerta. Y que el cierre de filas en torno a Abascal puede tener lecturas que suenen a enroque y defensiva. Y ese no es tampoco un buen síntoma
 Pero quizás lo que importe más es que en el campo de batalla política haya cada vez mas gente y hasta he podido contrastar que algunos incluso votantes suyos que empiezan a preguntarse, y esto más en la cuestión nacional que en el día a día local. ¿Pero Vox con quien va?. 
Bien pueden contestar que ellos van consigo mismos y no tienen el porque  ser muleta de nadie. Y que ademas son lo único que queda de verdadera oposición, que es la consigna a la que más se agarran. Que vale para twuiter pero en este momento procesal para poco más. Porque el ataque continuo y pertinaz, el titular. Que a lo mejor no buscan pero que es el que acaba por salir, es contra el PP. Y eso con el sanchismo al galope muchos no lo acaban de entender.
 Cierto es que para ellos es necesaria la diferenciación, es casi una cuestión de supervivencia. ¿Pero es así, con estas maneras y formas como lo van a conseguir?. Me parece a mi que no. Y lo digo, con absoluto respeto y humildad, aunque sepa también que basta con esbozarlo para que te caiga encima una avalancha de enfado y pasar a ser un apestado. Pero yo creo honradamente que por ahí más que avanzar están yendo hacia atrás. Que equivocarse de enemigo es lo peor que en política se puede hacer y a veces esa empieza a ser una creciente sensación en el cuerpo electoral de la derecha española.
Insisto, no sería justa la generalización. Hay muchos no están en esto sino, que cada cual en su lugar, donde están  es en aquello  para lo que los ciudadanos les eligieron. Y ello es algo que se ve mucho mejor, en los pueblos, las ciudades de provincia, en el quehacer municipal y en la mayoría de los caso también en el regional.
 Pero por las alturas Vox está empezando a toser cada vez más. Y es una tos que no suena bien. Ni siquiera para algunos que lo que más desean es que se les pase el constipado y empiecen a recuperar ritmo y fuerza aunque el calendario que tienen por delante es complicado. Que eso también y veremos hasta que punto les puede afectar. Pongamos que hablo de Galicia, por poner un ejemplo y un momento que está al caer.