La reunión celebrada por el alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, la vicealcaldesa y concejal de Seguridad Ciudadana, Inés Cañizares, y los representantes sindicales de la Policía Local acordó una semana extra de margen para intentar encontrar una solución al conflicto laboral que les enfrenta. Las dos partes volverán a encontrarse antes del próximo viernes 9 de febrero para tratar de desencallar el problema sobre el pago de las guardias realizadas por los agentes del cuerpo de seguridad municipal. Si en el próximo cónclave no se ratifica el principio de acuerdo alcanzado con el anterior equipo de Gobierno en el primer trimestre del año pasado, la Policía Local iniciará diferentes medidas «de presión», un escenario en el que incluyen tanto la vía judicial como la posibilidad de reducir su presencia en el refuerzo de los servicios extraordinarios de determinados eventos.
La Policía Local fija la cita previa al día 9 como fecha límite para encauzar su reclamación. Si tras esa entrevista no hay una solución, los agentes se muestran dispuestos a emprender «decisiones que no van a ser buenas para nadie», explica Antonio González, delegado sindical de la Confederación de Seguridad Local (CSL). El representante de los agentes del cuerpo municipal lamenta la posición de «enroque» en la que, a su juicio, se mantiene el bipartito. González califica la reunión mantenida ayer de «tensa y agria» y afea que la relación con la Administración local «no sea buena» en estos momentos.
«Se podía haber solucionado ya. Y cobrado», asegura González. El sindicato policial estima en unos 120.000 euros el montante adeudado por las guardias realizadas durante 2023. El acuerdo pactado con el Gobierno que encabeza Milagros Tolón es el marco de negociación para la Policía Local. El trato establecía el requisito de estar localizable para los agentes de seguridad, una condición que no implica necesariamente que el servicio extraordinario se deba realizar de forma presencial. La cuestión «gramatical», como la define González, es uno de los puntos de fricción entre partes; el cobro de las guardias es otro. «Hemos avanzado en el tema de la negociación, pero seguimos sin una solución para las guardias».
Desde la representación sindical cuestionan el argumento del Ayuntamiento, que basa su postura en los informes del interventor y sus servicios jurídicos. Los policías, por su parte, se aferran al concierto establecido con Tolón, motivo del aplauso a Noelia de la Cruz durante el Pleno del pasado 30 de enero. «Tenemos que presionar al alcalde, que es el responsable», insiste González. Los agentes aseguran que sin un compromiso decidido «no vamos a aguantar más». Nuevos recortes de efectivos, como los de la Cabalgata de Reyes, con «veintipocos agentes frente a los 45 del año anterior», sobrevuelan.