El grupo islamista Hamás lamentó este sábado la muerte ayer del máximo comandante de Hezbolá, Ibrahim Aqil, en un ataque aéreo israelí en la capital libanesa, Beirut, y aseguró que Israel pagará un alto precio.
"Este crimen cometido por la ocupación (israelí) es un acto imprudente por el que pagará un alto precio, y la sangre del mártir, el líder Ibrahim Aqil [...] serán las llamas que engullirán a esta entidad artificial", dijo Hamás en un comunicado.
Hezbolá confirmó hoy también la muerte del "gran líder", así como la de tres comandantes de las fuerzas especiales Radwan: Ahmed Wahbi, quien supervisaba las operaciones militares durante la guerra de Gaza, Abu Yaser Atar y Al Hajj Nineveh. Igualmente habría fallecido Samer Halaui, comandante de la región litoral; Abbas Muslimani, comandante de la región de Qana; Abdulá Hiyazi, comandante de la región de Ramim; Mohamed Reda, comandante de la región de Jiam; Hasán Madi, comandante de la región del monte Dov; Hasán Abdel Satar, jefe de operaciones, y Huseín Hadraj, jefe de personal. Según el Ejército israelí, al menos una decena de miembros de Hezbolá murieron junto a Aqil.
Hamás agradeció a la Resistencia Islámica en el Líbano los "grandes sacrificios realizados" a fin de seguir apoyando al pueblo palestino, ya que Hezbolá ataca el norte de Israel como un gesto de solidaridad por la guerra en Gaza, y ha reiterado en varias ocasiones que no dejará de hacerlo hasta que la guerra no termine.
El "bombardeo selectivo" deja 37 muertos
Las autoridades de Líbano han informado este sábado de que al menos 37 personas han fallecido a causa del "bombardeo selectivo" ejecutado en la víspera por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra el sur de la capital, Beirut, y en el que varios comandantes del partido-milicia chií Hezbolá han fallecido.
Así lo ha confirmado el Ministerio de Sanidad libanés, Firas Abiad, quien ha detallado que entre la treintena de fallecidos hay que contabilizar a tres menores, siete mujeres y otros tres ciudadanos sirios. Asimismo, ha informado de que 68 personas han resultado heridas, dos de ellas de gravedad y de que continúan las labores de búsqueda y rescate, según recoge el diario libanés 'L'Orient le Jour'.
Mientras, continúan los ataques israelíes en suelo libanés. Hezbolá ha confirmado este sábado la muerte de otro de sus miembros, con lo que suman ya al menos 501 las personas pertenecientes a esta organización fallecidos en ataques israelíes desde el 7 de octubre.
En total, las Fuerzas Armadas israelíes han atacado 180 objetivos y han destruido "miles de lanzadores", según un comunicado militar. En estos ataques se han empleado piezas de artillería y aviones de combate que han atacado lugares de lanzamiento listos para su utilización inmediata.
Por otra parte, Hezbolá ha lanzado unos 25 cohetes en las últimas horas contra el norte de Israel que han causado incendios y daños materiales, pero no hay ningún herido, según el balance militar israelí.
Explosiones de dispositivos
Por otro lado, el ministro de Sanidad libanés ha elevado a 39 la cifra de fallecidos a causa de las explosiones de dispositivos de comunicación --'buscas' y 'walkie-talkies'-- registradas el martes y miércoles y que desde Beirut han atribuido a Israel, si bien las autoridades israelíes no se han pronunciado al respecto.
El estallido de estos dispositivos podría deberse a la colocación de una pequeña carga explosiva cerca de la batería. Gran parte de la comunidad internacional, incluida Naciones Unidas, ha mostrado su preocupación por este suceso debido a lo indiscriminado del ataque, que ha dejado cerca de 3.000 heridos.
Aunque Israel no se ha pronunciado al respecto, tanto el Gobierno de Líbano como Hezbolá y sus principales aliados --gran parte de ellos apoyados por Irán-- se han mostrado convencidos de la participación israelí en el suceso e incluso han amenazado con una respuesta a lo ocurrido.