El Pleno del jueves se reservó un as en la manga en el turno de ruegos y preguntas. Elena, integrante de la Plataforma en Defensa de la Sanidad, subió a la tribuna para denunciar la situación sanitaria, las largas listas de espera y, sobre todo, pedir cuentas y la dimisión a Fernando Sanz, secretario general del Sescam. Mientras tanto, el concejal del PP aguantó el ‘chaparrón’ sin entender, al igual que el resto de su grupo, por qué el alcalde no llamó la atención a la oradora y le recordó que tenía la palabra para un ruego o para una pregunta.

Al margen de la crítica, lo cierto es que esta ciudadana centró su discurso de más de diez minutos en la delicada situación sanitaria en la ciudad y responsabilizó al Sescam del incumplimiento de la Ley de Garantías, ofreció algunas cifras para dejar claro que con el PPlas listas de espera han crecido mucho y criticó que la Junta no publique esa información a pesar de que las leyes lo exigen.

La integrante de la plataforma considera que los datos que maneja el Sescam son erróneos y criticó, sobre todo, «la falta de transparencia» del Partido Popularen el ámbito sanitario a pesar de que se defienda lo contrario una y otra vez.

A continuación, aprovechó el momento para comentar casos reales de pacientes que llevan esperando una operación de cadera o de rodilla un par de años y aún no saben cuándo serán operados a pesar de que no pueden hacer vida normal. En este sentido, Elena censuró el desvío de pacientes a clínicas madrileñas para ser intervenidos «cuando los quirófanos del hospital se llenan de familias y conocidos del PP que se saltan las listas de espera con total impunidad». Pero la denuncia no quedó ahí porque la joven  también rebatió los planes del Sescam para la reducción de las listas de espera y subrayó que los 15 millones de euros que la administración destinará a este fin «irán a parar a las clínicas madrileñas».

más protestas. La integrante de esta plataforma terminó creciéndose en la tribuna y tuvo tiempo también para apuntar que el proyecto del nuevo hospital no se adecuará a las necesidades de la población porque no habrá suficientes camas. E incluso arremetió contra los ajustes y el despido de personal.

Sin embargo, lo más duro de la intervención recayó en Fernando Sanz por su cargo en el Sescam, puesto que la joven pidió su dimisiónpor su gestión, ya que, en su opinión, no ha sido buena porque hay que entender de números pero él «es de letras».

Por su parte, Fernando Sanz sobrellevó este ‘rapapolvo’ con deportividad y no contestó en ningún momento, aunque se quedó muy sorprendido porque no sabía que los ciudadanos pueden realizar largos discursos en el turno de ruegos y preguntas de un pleno municipal.