¿Alguien puede estar sin saber si un bulto que surge de pronto es bueno o malo más de un año? La respuesta está clara:Inimaginable. Pues a veces la realidad va más allá y ocurren situaciones surrealistas como la que acaban de sufrir recientemente Pablo Garcés y su mujer con el Sescam (Servicio de Salud de Castilla-La Mancha).
«Fuimos a la médico de cabecera del Centro de Salud de Santa Bárbara porque a mi mujer le ha salido un bulto en la garganta y le dolía bastante», explica Garcés con detalle para que su denuncia pública se entienda a la perfección. En principio, la doctora le recetó antibióticos, pero, viendo que el dolor no remitía y el bulto tampoco, en la segunda visita al Centro de Salud le mandaron una ecografía como prueba complementaria. Sin embargo, la cita la obtuvo para el 19 de junio de 2013.
«A mí, en principio, no me pareció muy normal la fecha de la ecografía porque faltaba un año y dos meses para que se la pudieran hacer». Si bien, el matrimonio consiguió que la doctora de cabecera autorizara un volante preferente para que se pudiera hacer la prueba lo antes posible, pero la fecha continuó inamovible:el 19 de junio de 2013.
Dada la situación, a Garcés no le quedó más remedio que acudir personalmente al servicio de Atención al Paciente del Hospital Virgen de la Salud para contar su caso y buscar una solución porque le resultaba «incomprensible» que su mujer no supiera qué tenía en la garganta hasta prácticamente el verano del próximo año. «El personal que me atendió me dio la razón, pero me dijo que no podían hacer nada, que la única solución era que fuera a hablar directamente con el servicio de las ecografías y contara la situación a ver si podían adelantar la fecha».
La ecografía. El peregrinaje de Garcés y su esposa no acabó ahí tampoco. A la desesperación por el dolor del bulto se le sumó también la preocupación por el diagnóstico y una fuerte sensación de desamparo frente al Sescam que fue a más porque se encontró con la misma negativa en el servicio de las ecografías. «Allí me dijeron que tampoco podían hacer nada, que esas decisiones vienen de arriba y me comentaron que tendría que hacerse la prueba en un particular».
Y en un caso como éste, Garcés no lo dudó y concertó una cita para la ecografía de su mujer en un centro radiológico para obtener los resultados lo antes posible y llevárselos al especialista. En principio, pensó que ya tenía la solución, pero le costó también tiempo porque en el Centro de Salud le comentaron que los médicos particulares no tienen acceso a la base de datos del Sescam y le hicieron dudar sobre la valía de la prueba que, en principio, creyeron que sólo se emitiría enn soporte informático. Sin embargo, a Garcés le facilitaron las imágenes de la ecografía y el correspondiente informe por 82 euros al poco tiempo.
Gracias a esta solución, esta pareja toledana se ha quedado más tranquila con los resultados, a pesar de que ella tiene que acudir al especialista el 9 de junio por un tema de tiroides. Sin embargo, Garcés no comprende la forma de actuar del Sescam, que no ha contemplado siquiera la posibilidad de los riesgos que puede entrañar dejar a una paciente sin diagnóstico durante más de un año.
«No quiero meterme en líos de abogados ni nada, pero quiero denuciar públicamente nuestro caso, que no será el único, seguramente, para que no vuelva a ocurrir nada parecido». En este caso, este matrimonio ha podido optar por otra vía alternativa costeando las pruebas, pero Garcés se pregunta qué ocurrirá cuando algún paciente necesite una prueba urgente y no tenga dinero para pagarla en un centro privado. «Resulta inhumano», protesta.