Esta semana una delegación de Asaja Castilla-La Mancha viaja a Bruselas, aunque quizá también sería útil que aquellos que dictan los reglamentos del campo de la UE hicieran el viaje inverso y vinieran a conocer la región. «Creo que vamos a invitar a los funcionarios comunitarios para que vengan a visitar la realidad de aquí y a lo mejor les da por escribir bien», comenta José María Fresneda, presidente de la organización agraria en Castilla-La Mancha.

Antes de esperar que Mahoma vaya a la montaña, la montaña irá a Mahoma y esta semana Fresneda y su equipo tienen ya marcada una agenda de entrevistas y reuniones en Bruselas. Avisa de que van a hablar «con todos aquellos que se dedican a escribir reglamentos para aplicar medidas restrictivas para el modelo productivo, amparándose en parámetros y no en informes, desconociendo lo que pasa en cada pueblo, en cada aldea, en cada explotación de nuestra región». Avisa del peligro que tiene que estas normas las redacten «funcionarios que dependen de lo que diga Madrid o Bruselas, que posiblemente no conozcan la verdadera realidad».

Fresneda ya avanza cuál va a ser la posición que va a defender en la capital de la UE. « A lo que no estamos dispuestos es que una medida aplicada a un agricultor en su explotación le genere una pérdida en su renta, ni una ni media», advierte. Asaja dice que si hace falta recurrirá a la negociación, a las movilizaciones o a los juzgados. 

Para preparar este viaje, Fresneda se reunió esta mañana con la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, quien también reconoció que en Bruselas «últimamente hay cierta deriva a no consultar con la población objetivo que tiene estas normativas».