«Estoy decidiendo qué hacer con mi vida y reencontrarme»

Jorge Cancho
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El diestro madrileño de nacimiento y toledano de adopción cumple en este difícil año su decimoquinta temporada de alternativa. Atraviesa por un delicado momento anímico, lo que hace que su futuro como matador de toros esté en el aire.

David Mora - Foto: Óscar Navarro

Una mala suerte que el 15 aniversario de alternativa llegue  en una temporada tan complicada

Sí que es una verdadera lástima, si bien es un mal generalizado pues todos los toreros están sufriendo por no poder torear, salvo en el campo.

2021 comienza mal, igual que  2020, en el que no pudo participar en la gira de la reconstrucción

Estaba acartelado en Estepona con Emilio de Justo pero sufrí un percance en un pie, concretamente un esguince, y pensé que era mejor no torear esa corrida. Una pena, más que nada por la temporada tan complicada que fue.

Sus 15 años de alternativa dan pie a repasar su trayectoria, en la que la tarde en Madrid en 2011 le lanzó

Fue una jornada muy importante que quedará para siempre en el recuerdo de todos los aficionados. Aquel mano a mano con el malogrado Iván Fandiño perdura en el tiempo, como también perdura en el tiempo mi cariño hacia él. Aquello nos permitió al año siguiente compartir hasta 25 paseíllos.

Madrid ha tenido una importancia vital en su carrera: dos puertas grandes y un percance que a punto estuvo de segarle la vida…

En 2011 conseguí abrir esa puerta grande tan deseada en una corrida de Valdefresno que embistió muy bien, aunque a mi segundo toro le tuve que hacer una faena muy meritoria más de estrategia que de artista por su mansedumbre. Y la hazaña la repetía en 2016, en mi reaparición tras el grave percance de 2014, en un encierro de Alcurrucén en el que corté otras dos orejas. Otra tarde mágica, de grandes aficionados, que me devolvió delante de la cara del toro la confianza que tanta falta me hacía.

En cuanto al percance, tarde histórica al resultar cogida la terna al completo. En su caso, casi dos años  fuera de los ruedos...

Fue un parón larguísimo, similar, salvando las distancias, al que estamos viviendo con la pandemia, pues después de tanto tiempo en el dique seco no sabes muy bien donde ubicarte. En el caso de los toreros, nuestras carreras son tan cortas que lo que buscamos es nuestro camino, si bien cuando no puedes torear es muy difícil ser capaz de encontrarlo. Y cuando vives situaciones tan duras dentro de esta profesión es fácil llegar a perder la cabeza.

Triunfos importantes en Madrid, pero sin llegar a entrar en los carteles con las figuras…

Sí que hubo alguna tarde dentro de carteles importante, las menos. Pese a todo, yo estoy feliz con lo que he conseguido porque tuve que luchar mucho y duro para lograrlo, de ahí que no tenga frustración alguna. Cada torero tenemos nuestro propio viaje en esta profesión y lo importante es saber disfrutar de él.

Le costaba entrar en las ferias, pero en los despachos de Madrid se le seguía respetando

Mucho. Han sido más de 40 paseíllos allí y siempre la base de mi trayectoria se ha desarrollado al albur de Las Ventas. Es verdad que resulta muy duro, pues es una plaza en la que te examinas cada tarde, pero también es muy bonito e ilusionante.

Cierto es que en 2018 los tendidos de Madrid no fueron justos

Me costó muchísimo superar aquello, incluso estuve apunto de arrojar la toalla y fue una circunstancia de la que me costó rehacerme.

2019 también fue un año duro al hacer solo tres paseíllos...

No toreé más porque no estaba psicológicamente bien. Después de aquella tarde de Madrid no quería saber nada. Ni siquiera hice campo en el invierno. Toda la cuadrilla me animaba a remontar aquellos fantasmas y aún así me costó muchísimo. Me vino muy bien mi siguiente actuación en Las Ventas, pues aunque no hubo triunfo importante me valió mucho a nivel personal. Quizá sea una de las tardes más importantes de mi carrera por lo que supuso en el plano psicológico.

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Quizá los momentos difíciles que hemos vivido durante la pandemia tengan algo que ver, pues he podido estar falto de ilusión por no saber qué va a suceder. Así las cosas, lo que no puedo es hacer perder el tiempo a aquellas personas que sí que tienen ganas.

La rumorología se dispara, llegándose a especular con su retirada o con un posible año sabático. ¿Qué pasa con David Mora?

Este año ha de haber algo ilusionante para prepararme de verdad, volver a sentir en la profesión lo que es vestirse de torero y disfrutar de la responsabilidad que todo ello conlleva. Mi trayectoria ha sido de dientes de sierra, pero siempre fui capaz de levantarme de mis propias cenizas. Ahora mismo estoy en ese punto de decidir qué hacer con mi vida y de tratar de reencontrarme. Solo el tiempo dirá si pude o no.

La gira de la reconstrucción genera división de opiniones. ¿Cuál es la suya al respecto?

En 2020 no pude torear por el percance del que hablaba antes, pero este año sí que me gustaría estar en algún festejo de forma puntual siempre y cuando vea que es bueno para la fiesta. Creo que es una obligación de todo torero.

Malos momentos para una fiesta de los toros necesitada de cambios

Está francamente mal y además la sintonía política hacia este mundo es francamente mala, lo mismo que la gestión con la que se está haciendo frente a otros colectivos. Quienes debemos poner orden somos los toreros, que aparecemos mucho menos de lo que  debiéramos.

¿Y el sistema?

Cada uno en nuestra casa sabemos mejor que nadie cómo lo estamos pasando, así que habrá que seguir trabajando para tratar de recuperarnos todos los sectores de la mejor manera posible.