Castillos de la provincia de Toledo (II)

José García Cano*
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Nuestro recorrido nos lleva hoy hasta el castillo de Maqueda, considerado como uno de los bastiones de la línea septentrional del río Tajo, y a lo que queda del de Novés, con su almenado de dobles merlones de mampostería y ladrillo

Puerta de acceso al castillo de Maqueda.

Proseguimos el recorrido por los castillos de nuestra provincia esta vez con el de Maqueda, considerado uno de los más importantes bastiones defensivos en la línea septentrional del río Tajo. Posiblemente la primera fortaleza fue levantada en el siglo IX, aunque sería reconstruida a mediados del X por orden de Almanzor, quien ordenaría su reconstrucción a un importante alarife responsable de algunas mezquitas en Toledo. Una vez en manos cristianas la localidad de Maqueda y su castillo fueron donadas por Alfonso VIII a la Orden de Calatrava en 1177, los cuales resistieron tenazmente el asedio provocado por los almohades. Las crónicas cuentan como en el año 1354 el rey don Pedro I el Cruel ordenó dar muerte en este castillo al maestre de Calatrava don Juan Núñez de Prado, bajo la acusación de deslealtad hacia él. Serían los Reyes Católicos quienes cedieran el señorío de Maqueda -y por tanto su castillo- a don Gutierre de Cárdenas, capitán de sus ejércitos y Adelantado Mayor de Granada, el cual realizaría una importante reforma en la fortaleza, aún hoy visible. La Orden de Calatrava estableció en Maqueda una encomienda hasta 1434 o 1435, momento en el cual la adquirió don Álvaro de Luna. En el año 1576 se tienen inventariados en su interior algunos trabuquillos, «ballestas y arcabuces quebrados». Este castillo tiene planta rectangular y se desarrolla en dos plantas, alcanzando sus muros más de tres metros de espesor, protegidos por fosos en dos de sus lados junto a tres torres circulares más otra que se añadió posteriormente. A mediados del siglo XX y después de la Guerra Civil, Regiones Devastadas restauró el interior para instalar allí un cuartel de la Guardia Civil, momento en el que se restaura su torre arruinada para hacer en su interior un depósito de agua para la población. Fue declarado Monumento Histórico Artístico el 3 de junio de 1931.

La localidad de Novés se halla muy cerca de Maqueda y posee en el paraje conocido como San Silvestre un castillo –denominado de igual manera- sobre un montículo cercano a la carretera, donde a su vez existió un núcleo de población que finalmente fue convertido en despoblado. Aun habiendo pocos datos sobre la historia de este castillo, se sabe que perteneció a la Orden de Calatrava, para después pasar a manos de don Álvaro de Luna y a continuación a don Gutiérre de Cárdenas (el mismo que poseyó el castillo de Maqueda), quien lo reconstruyó en su mayor parte. Finalmente lo adquirió un particular en 1807 junto a todo el término. A pesar de su estado de conservación, este castillo de Novés es muy similar al de Maqueda, es decir planta cuadrangular y flanqueado por cubos circulares, defendido además por un foso y puerta de entrada hacia el este. Posee muchas similitudes al anterior de Maqueda ya que fue también reconstruido por la familia Cárdenas. Sobre la puerta principal se encuentra el escudo del matrimonio Cárdenas y Enríquez, culpables de su reconstrucción.

El castillo de Novés conserva aún tres de sus fachadas, aunque se encuentra en estado de ruina consolidada. Destacamos como particularidad y diferencia con el resto de fortalezas de nuestra provincia, su almenado ya que posee dobles merlones de mampostería y ladrillo. Sus saeteras tienen forma de cruz de Santiago, debido a la pertenencia a esta orden del citado Gutierre de Cárdenas; no tuvo torre del homenaje y posee en su sótano dos estancias abovedadas de grandes dimensiones.

*José García Cano es académico correspondiente en Consuegra de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo.