Suele oírse por el refranero español que uno nunca es profeta en su tierra. Pero siempre hay excepciones. Una de ellas se vivirá a partir de ahora con Rafael Canogar en Toledo, que a sus 88 años de edad podrá presumir de que tiene una sala artística permanente para exponer no sólo sus obras, sino el reconocimiento a toda una trayectoria.
El considerado como uno de los referentes en el arte abstracto y contemporáneo del país tiene ahora un lugar donde promocionar su legado. El espacio físico se ubicará en Roca Tarpeya, la sede de la Real Fundación de Toledo, y más concretamente entre la galería del antiguo Tallerón de Victorio Macho.
Una sala en la que actualmente yacen obras de Canogar cuyo origen pasa desde los años 60 hasta nuestros días. Además, una de las sorpresas consiste en la renovación continua del propio espacio, para que puedan tener cabida exposiciones de diferentes temáticas para poder admirar las más de 4.000 obras del artista.
El retiro de un referente - Foto: Yolanda LanchaHasta que se vayan sucediendo unas y otras, la primera muestra recibe el nombre de 'Proyecto 1: La construcción de un lenguaje' y en ella se pueden admirar diversas piezas como por ejemplo las pinturas que llevan la denominación de las estaciones del año, como 'Primavera' con sus tonos amarillos o 'Verano' con los rojizos.
Sin embargo, no todo lo expuesto es pintura, ya que se dan casos llamativos para la vista de los asistentes como es el caso de 'Frontera', una obra de técnica mixta en la que Canogar mezcla su construcción con ropa usada, óleo y pan de oro sobre tabla. De similares características sería 'Pintura', al anexionar también la construcción con ropa usada, bastidores de madera y pieza de poliéster y fibra de vidrio pintadas al óleo.
Cambiando totalmente de tercio, el contexto ayuda también a potenciar otro perfil de obra, como se da la circunstancia de 'El caminante', una escultura de bronce fundido que ilustra las piernas de una persona que se ubican fuera del Tallerón, sólo que por una ventana acristalada se observan desde el interior como si estuviera flotando en el aire calándose entre la toledana perspectiva de los montes de la ciudad.
El retiro de un referente - Foto: Yolanda LanchaEn definitiva, como el propio Rafael Canogar valoró sobre este espacio en el acto de inauguración del pasado viernes, lo que espera de la sala es que se convierta en «un centro vivo, de convocatoria, que sirva no sólo para disfrutar del arte, sino para discutir y debatir de asuntos culturales y de la ciudad». Con ello, esta muestra se unirá a otras itinerantes que ahora Canogar tiene en lugares como Berlín, Los Ángeles o Logroño. Pero como esta, en su casa, difícilmente comparables.