Más de un centenar de personas se acercaron al salón de actos de la Academia Militar de Infantería de Toledo para presenciar el fin del primer ciclo de novela histórica 'Toledo Luz de Europa'. En concreto, asistieron a la conferencia 'La historia de España y de su Infantería', impartida por el pintor Augusto Ferrer-Dalmau.
El reconocido pintor estuvo acompañado en la mesa de ponencias por el alcalde de la ciudad de Toledo, Carlos Velázquez, y el coordinador del ciclo, periodista y escritor, Antonio Pérez Henares. Entre el público se pudo ver una gran presencia de militares, representantes del Gobierno local y exconcejales del Partido Popular, entre otras autoridades.
Augusto Ferrer-Dalmau comenzó la ponencia destacando que «pintando la historia se introduce al público a que conozca lo que ha pasado, sirve de introducción». De este modo, el pintor Ferrer-Dalmau mostró su cuadro sobre la batalla de Covadonga, que se encuentra ubicado en el Museo de Covadonga.
«Hace 500 años que nadie había pintado esta batalla y había que hacerlo. Tuvo bastante polémica en redes sociales porque algunos negaban la existencia de la batalla», apuntó Augusto, indicando que para realizar esta pieza tuvo que realizar un trabajo de documentación e investigación sobre la vestimenta de la época para realizar la composición del cuadro.
Otra de las batallas que ha ilustrado este pintor -que es considerado «embajador del ejército español»- es la batalla de Navas de Tolosa. «La Infantería y la Caballería tuvo mucha influencia en esta batalla», aseguró Ferrer-Dalmau, que plasma, en el lienzo, a tres soldados, dos de ellos subidos a caballo y otro a pie, con el terreno quemado de fondo.
El pintor resaltó la influencia que puede llegar a tener la pintura en países del extranjero. En este sentido, enseñó un lienzo donde se puede ver a varios soldados de la Caballería española en el Gran Cañón de Estados Unidos. «De esta epopeya no se ha hecho ninguna documentación visual y tiene una simbología especial porque produjo un shock en Estados Unidos», manifestó.
El cuadro por excelencia, según consideró el propio pintor, de su colección es el 'El Milagro de Empel' que captura un momento crucial de la Guerra de los Ochenta Años, donde soldados españoles, rodeados y sin esperanza, encuentran una imagen de la virgen María que les da fuerza para resistir.
«Es con el cuadro que más he disfrutado , en el que no he tenido que hacer correcciones y me ha salido de manera fluída», precisó el pintor, señalando que «a veces la cultura tiene el poder de transmitir cosas que no se pueden transmitir de otras formas».
Segunda edición. El alcalde de Toledo, Carlos Velázquez, afirmó que «no podía imaginar terminar este ciclo en un mejor lugar (en referencia a la Academia Militar) y con una mejor ponencia» que la del pintor de batallas, Augusto Ferrer-Dalmau. «Es el colofón al ciclo, el primero de muchos», aseveró el alcalde, que añadió que se «ha tratado de buscar la excelencia» sobre la novela histórica. Por ello, anunció que «el año que viene se realizará un segundo ciclo».
Velázquez no se esperaba «el éxito» que ha tenido primer ciclo de novela histórica 'Toledo Luz de Europa'. «Cuando comenzó el 29 de febrero en el Museo Sefardí, que se quedó gente fuera de la sinagoga, no teníamos la remota esperanza que se convirtiera en un éxito», manifestó el primer edil de Toledo.
«Toledo ha sido origen de Europa y tratamos de poner en marcha este ciclo para contar la historia donde pasó la historia. Creo que tenemos la obligación de contar todas las bondades que tiene la ciudad», consideró el alcalde de la ciudad.
A su juicio, Ferrer-Dalmau es el mejor pintor de batallas al estar ligado a la cultura militar. «No hay mejor persona para poner el colofón a un ciclo que ha hecho las delicias de miles de personas», resaltó Carlos Velázquez.
Por su parte, el coordinador del ciclo, periodista y escritor, Antonio Pérez Henares, contó que «ha sido un trabajo apasionante» impulsar este ciclo de novela histórica. «No pensé nunca que iba a tener este eco y este alcance en Toledo y más allá de la ciudad», confesó el coordinador.
Pérez Henares aseguró que las ponencias han sido seguidas «con entusiasmo en la ciudad», y que objetivo era que Toledo sea una de los escaparates de la historia de España.
«Desde el primer día pensamos que Ferrer-Dalmau tenía que cerrar el ciclo. Nuestra patria es también nuestra lengua, la literatura y los grandes cuadros», apuntó el coordinador del ciclo, indicando que la historia de España se tiene que contar en todos los formatos.
Finalmente, agradeció al pintor que cuente la historia de España «en un momento que hay tanto ataque sobre ella». Además, destacó que Ferrer-Dalmau tiene «una facilidad pasmosa» para reflejar la historia, «sus cuadros tienen vida».