La implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Talavera sigue pendiente de la aprobación de la ordenanza municipal que se está ultimando a tal efecto. No será hasta el primer trimestre de este año cuando se dé por finalizado el proceso que conlleva este trámite, tal y como ha indicado a La Tribuna el portavoz del equipo de Gobierno, Jesús García-Barroso, quien ha insistido en que la entrada en vigor, sin embargo, no afectará al tráfico en la ciudad.
Como ha recordado García-Barroso, «en teoría debería haber entrado en vigor la ordenanza municipal de la Zona de Bajas Emisiones antes del pasado 31 de diciembre» si bien «finalmente no ha habido tiempo para poder aprobarla». De ahí que, «como tal, de facto, no ha entrado en funcionamiento» la ZBE en Talavera.
El portavoz ha indicado que esta ordenanza «se debería aprobar» a lo largo del primer trimestre de este año, pese a que no se ha ampliado el plazo establecido desde el Gobierno central para adoptar esta medida en los municipios que, por sus características, están obligados a contar con esta zona libre de contaminación.
García-Barroso ha querido incidir en que Talavera es una más de una serie de ciudades «que no han tenido ocasión de aprobar su ordenanza específica». En este caso concreto, se está «ultimando» aunque luego debe seguir un procedimiento «laborioso» que conlleva su aprobación inicial, comisiones informativas de Movilidad, periodo de exposición pública y aprobación definitiva en Pleno.
El portavoz ha manifestado que desconoce si superar este plazo para la implantación de la ZBE conlleva alguna sanción por parte de la administración correspondiente, a la vez que ha confirmado que, hasta la fecha, el Ayuntamiento de Talavera no ha recibido ningún requerimiento al respecto.
En cualquier caso, García-Barroso ha vuelto a hacer hincapié en que la implantación de esta ZBE no afectará «en absoluto» a los conductores. «Va a seguir todo tal cual, el acceso de todo tipo de vehículos, como está en este momento haciéndose», y tan solo se activarían restricciones al tráfico cuando se superaran los niveles máximos de contaminación permitidos. «Solamente cuando los tres puntos de medición o los que también se implementen detecten que existe un riesgo, que se está infringiendo el límite máximo, es cuando entraría en aplicación la ordenanza, antes no», ha indicado Barroso. Algo que, como ha apuntado el portavoz, «no es previsible que ocurra con mucha frecuencia, en ese sentido Talavera al ser una ciudad abierta tiene poco riesgo de que ocurra».