Cuatro familias en situación de vulnerabilidad social se han embarcado en un nuevo capítulo de sus vidas al visitar los municipios de Parrillas y Garciotum. Guiadas por la Fundación Madrina, estas familias han explorado la posibilidad de establecerse en estas localidades, abriendo las puertas a un futuro más próspero para ellas y sus hijos menores de edad.
Esta iniciativa forma parte del programa 'Pueblos Madrina', una acción solidaria que durante los últimos siete años ha logrado transformar la vida de más de 300 familias y 1.000 niños en toda España, brindándoles la oportunidad de reubicarse en entornos rurales donde puedan construir un nuevo hogar y una vida más estable.
Durante la tarde del lunes, las familias tuvieron la oportunidad de reunirse con los alcaldes de Parrillas y Garciotum, así como con otras familias que ya han iniciado su proyecto de vida en estos pueblos gracias al apoyo de la Fundación Madrina. Conocieron de primera mano las experiencias de quienes han dado el paso y ahora disfrutan de una vida más tranquila y llena de posibilidades en estas localidades.
Como parte de la visita, las familias también visitaron las dos casas de alquiler que la Fundación Madrina pone a su disposición. Estas viviendas, de cuatro habitaciones y cocina, ofrecen un espacio adecuado para que las familias puedan establecerse y comenzar a construir su nuevo hogar.
Si bien la visita a Parrillas y Garciotum representa un paso importante en el proceso de reubicación, la Fundación Madrina sigue un proceso de selección cuidadoso para garantizar que las familias que se integren a los pueblos sean aquellas que mejor se adapten a la vida en estas comunidades.
«En un mes aproximadamente, tomaremos la decisión definitiva sobre qué familias se quedarán a vivir en estos pueblos», explica Conrado Giménez, presidente de la Fundación Madrina. «Es fundamental que las familias que se integren estén comprometidas con el proyecto y que puedan aportar positivamente a la dinámica de la comunidad», señala en nota de prensa.
El programa 'Pueblos Madrina' se basa en la firme convicción de que la deslocalización de la pobreza es clave para brindar nuevas oportunidades a familias en situación de vulnerabilidad. «En las grandes ciudades, estas familias a menudo no son bienvenidas y encuentran dificultades para acceder a servicios básicos y oportunidades de desarrollo», señala Giménez.
La Fundación Madrina trabaja con familias españolas y extranjeras que cumplen con los requisitos legales y que se encuentran en situación de riesgo o exclusión social. En algunos casos, estas familias incluso han enfrentado la posibilidad de que sus hijos sean puestos bajo tutela debido a la falta de un hogar estable.
Más allá de proporcionar vivienda, la Fundación Madrina trabaja para garantizar el bienestar integral de las familias que se integran a los pueblos. Establece acuerdos con los ayuntamientos para facilitar el acceso a oportunidades de trabajo en áreas como la hostelería, la limpieza, el cuidado de personas mayores o el trabajo como teleoperadores.
Asimismo, la organización se preocupa por la educación de los menores, un aspecto fundamental para romper el ciclo de la pobreza y brindarles un futuro más prometedor. «La escolarización de los niños es vital», afirma Giménez. «Si los colegios desaparecen por falta de alumnado, esto afecta a toda la comunidad, ya que implica la pérdida de servicios básicos como farmacias, bares y otros comercios».