Hay mucho que perder y poco que ganar. El CD Toledo tiene la presión de garantizarse unas navidades tranquilas, pero tiene que ganar y agradar a sus aficionados en el partido adelantado al sábado (17:00 horas) que le medirá con el CD Marchamalo en el Salto del Caballo. El foco está puesto en los jugadores, pero el marrón será para los de arriba si la moneda sale cruz, porque tendrán tres semanas por delante para reflexionar. Y bastante.
La situación no es dramática, pero sí preocupa la indolencia del grupo en partidos como el del pasado domingo en Cazalegas. No se quiere tener esa sensación. No les va a juzgar por el qué, sino, especialmente, por el cómo, así que no cabe otro resultado que no sea la victoria ante un rival situado en la parte baja de la tabla.
Conociendo a Alfredo Santaelena, no se espera una revolución para este encuentro. Con su esquema habitual, se espera que ponga a los mejores. Que la meritocracia sea el leimotiv para configurar el once inicial, y los más dotados para esta cita sean los que saquen adelante la situación. En verdad, hay opciones de irse al parón en el primer puesto, pero también con alguna estocada que mascar durante demasiados días.
¿Yelco o Dani Ramos? Probablemente, el primero, pero el segundo podría aparecer en cualquier momento. La defensa podría formarse con Stevens como lateral derecho y con Angelito, en el izquierdo, con una pareja de centrales formada por Sergio González y Luna. Iván González está bastante recuperado de su lesión, pero, quizás, no se le vaya a forzar innecesariamente.
Por delante, puede que Reguera sí que salga de inicio, porque sí que está mucho mejor de sus problemas. Formará doble pivote con Rodri. No hay otro. En los extremos, se verá lo que plantea el técnico madrileño, que podría dar entrada a Álvaro y a Chupi. Pepe Delgado se postula como mediapunta, con un cambio en la delantero con casi total seguridad. Puede ser Mazzocchi o puede ser Óscar Gómez, que también se ha restablecido ya de sus problemas físicos.