La llegada del verano acarrea un aumento de las horas de exposición al sol y con ello el riesgo de que la piel sufra las consecuencias de la radiación solar. Puede que los efectos de los rayos ultravioletas no se aprecien de inmediato, pero sí dentro de unos años en forma de melanoma o cáncer de piel. Por eso, conviene recordar que la piel es la parte del cuerpo más expuesta al sol y que en esta época del año, más que nunca, conviene tomar una serie de medidas preventivas. Evitar la exposición solar intensa, protegerse la piel y usar cremas protectoras son consejos que hay que tener en cuenta para evitar males mayores.
El melanoma no es de los tipos de cáncer con mayor incidencia, de hecho Castilla-La Mancha la tasa es de 30 por cada 100.000 habitantes, pero en el ranking en la provincia este tipo de tumor se sitúa en el sexto lugar, por detrás de mama, próstata, colorrectal, vegija y pulmón. En concreto, según el Observatorio de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), latasa está en 37 casos en hombres y en 27 en mujeres. La incidencia sube mucho por la edad, para los mayores de 75 años está en 203 casos por 100.000 habitantes y entre 70 y 74 años esa tasa es de 114. Es a partir de los 65 años cuando la tasa de incidencia supera a la media.
Estos datos explican la importancia de protegerse de los efectos del sol, en especial en poblaciones de riesgo como los niños, los trabajadores que están expuestos a actividades al aire libre y personas con enfermedades o tratamientos que los hacen especialmente sensibles. «La piel tiene memoria y una quemadura solar de hoy puede hacer que desarrollemos un proceso cancerígeno», explica Prado Parra Fernández, técnico de Prevención y trabajadora social de la AECC.
Según los datos de la Asociación Española de Dermatología y Venereología este tipo de cáncer ha aumentado un 40 por ciento aproximadamente. Sin embargo, Parra precisa que «el cáncer de piel es un tumor que se puede prevenir y que cuando se detecta y se trata a tiempo tiene un buen pronóstico». Para detectar de manera precoz un cáncer de piel, revisar los lunares que hay en el cuerpo ofrecen una buena pista.
En los melanomas las características que presentan las lesiones con mayor frecuencia vienen determinadas por la regla del A-B-C-D-E, en la que hace especial hincapié la AECC. Se resumen en controlar la asimetría en alguno de sus ejes, los bordes irregulares, un color variado y no uniforme, un diámetro mayor de seis milímetros y seguir la evolución para comprobar si el lunar cambia de aspecto. «Si detectamos en nuestra piel un lunar o una mancha con una o varias de estas características es importante que acudamos rápidamente al dermatólogo», recomienda Parra.
Todos los años, desde la AECC, se impulsa una campaña para prevenir los riesgos de la exposición al sol. En este sentido, la asociación en Cuenca realiza actividades durante el verano dirigidas a la población infantil y juvenil para concienciarlos de las medidas de protección solar y tratar de «reducir el posible impacto a largo plazo».
Consejos
Cremas. Usar protector solar antes de exponerse al sol que sea adecuado al fototipo de piel.
Menos exposición. Evitar estar al sol durante periodos prolongados y evitarlo especialmente en las horas centrales del día, entre las 12 y las 16 horas.
Barreras. Frente a la radiación ultravioleta se recomiendan camisas de manga larga pantalones largos, sombreros y gafas de sol al aire libre, así como no usar camas solares.