La invasión de 'rankings', estadísticas y la 'generación FIFA' (los usuarios de videoconsolas que estudian las 'tarjetas' de los jugadores con enfermizo detenimiento) han llegado a la conclusión de que los futbolistas se dividen en «sobrevalorados» e «infravalorados», como si fuesen incapaces de mantener su nivel o personalidad sobre el campo. Aceptando como buena esta teoría moderna, Lautaro Martínez está en el segundo cajón, el de los peloteros que no han recibido justicia a su categoría.
El 'Toro' lleva varios años consecutivos instalado en el penúltimo escalón previo a la gloria individual. La colectiva le ha llegado de mil formas posibles: campeón del mundo, bicampeón de la Copa América, y también de Liga y de Copa en Italia, ese país donde a los delanteros se les hace la vida imposible por tradición. El '10' del Internazionale busca cerrar ese círculo glorioso ahora con la Champions, que rozó hace dos campañas en la final ante el Manchester City (1-0, gol de Rodri para los ingleses) y que ahora se ha empeñado en asaltar como sea.
El primer paso fue una Fase Liga casi inmaculada: solo una derrota, solo un gol en contra; el segundo, unos octavos relativamente cómodos ante el Feyenoord (global de 4-1); y en el tercero, mirando a los ojos al Bayern, la primera piedra está ya asentada. Con el 1-2 de Múnich, el Inter deja de ser un 'tapado' para amenazar el título con seriedad. Y Lautaro, autor del primero de los dos goles con una finalización de 'crack', ya lleva siete tantos en el empeño: es el primer futbolista 'nerazurro' que alcanza esa cifra en la Liga de Campeones desde que Samuel Eto'o hiciera ocho en la 10/11.
Trayectoria
Formado en el Atlético Linieres de su Bahía Blanca natal, en la puja de canteras por hacerse con ese niño que se relacionaba tan naturalmente con el gol fue la del Racing de Avellaneda la que se llevó el gato al agua. En el segundo filial de 'La Academia' marcó 50 dianas en sus primeros 50 partidos y ascendió rápidamente al primero; y con otros 20 goles, tiró la puerta que custodiaba Diego Cocca, técnico del equipo sénior. A finales de 2015, apadrinado por Diego Milito (que entonces tenía 34 años), Lautaro debutaba en la élite.
Fue en una competición internacional sub'20 celebrada en España (La Alcudia) donde su nombre empezó a anotarse en las agendas de muchos 'grandes'. A pesar de la derrota de Argentina ante España en la final, aquel delantero poderosísimo a pesar de su estatura (1,74 metros) fue máximo goleador y elegido 'MVP' del torneo. Madrid, Atlético, Inter, United, Dortmund, Barça… Finalmente, fue el 4 de febrero de 2018 cuando selló su compromiso como figura: marcó el primer 'hat-trick' de su carrera ante Huracán en un partido en el que había dos ojeadores muy especiales, uno del Inter de Milán… y Jorge Sampaoli, entonces seleccionador argentino.
Dio el salto a Europa a cambio de 25 millones de euros y alcanzó la internacionalidad absoluta. En Milán encontró la competencia de su compatriota Icardi o Ivan Perisic, pero halló la forma de hacerse hueco a base de pundonor y facilidad para definir. «Está siempre donde tiene que estar, y no hay muchos jugadores que puedan decir eso», decía Luciano Spalletti, técnico 'neroazzurro' entonces, que fue dándole cada vez más minutos y más confianza: pasó de los nueve tantos de su primer curso a los 21 de la 19/20 (su mejor anotación en una temporada fueron los 28 de la 22/23).
Los cambios de sistema nunca le cogieron con el pie cambiado. Como delantero único, como segundo atacante, como 'falso nueve' caído a banda o en la mediapunta, ha demostrado un acierto y una profesionalidad asombrosas. Pertenece a esa estirpe de atacantes americanos de culo bajo y carnes prietas, como Agüero o Falcao (ninguno pasa del 1,76), que son difíciles de mover a pesar de las apariencias, que llegan siempre un poco antes que el central al lugar adecuado y que cazan goles como 'ratones de área' porque encuentran huecos en lugares prohibidos a 'delanteros tanque'. A Lautaro, hoy capitán del Inter a sus 27 años, todavía le queda mucho por escribir: no hay que fiarse del Bayern, pero tampoco de la capacidad de un atacante del que decían que «no está a su mejor nivel» y ya lleva 19 tantos este curso…