Cantidad y calidad en La Mancha

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Campo y Alma ampara los vinos con denominación de origen protegida de esta comarca, ideales para acompañar y elaborar recetas durante la Cuaresma y la Semana Santa

Cantidad y calidad en La Mancha

Que Castilla-La Mancha es el mayor viñedo del mundo no es ningún secreto. Ninguna región del planeta supera la extensión de cepas que se cultiva en esta comunidad autónoma. Lógicamente, en esta tierra se produce mucho, muchísimo vino. Pero no es solo cuestión de cantidad, sino, sobre todo, de calidad. La tierra y el clima castellano-manchegos ofrecen la oportunidad de plantar vides en casi cualquier rincón del territorio y además proporcionan características peculiares dependiendo de la zona en la que nos fijemos. Microclimas, composición del terreno o altitud son algunos de los factores que propician que en esta región haya una enorme variedad de vinos con calidad diferenciada.

Concretamente son nueve las denominaciones de origen protegidas (DOP) tradicionales, más una docena de vinos de pago (una DOP con un extra de exclusividad por lo reducido de su ámbito geográfico) y otros dos más que cuentan con Indicación Geográfica Protegida (IGP). Todos estos vinos cuentan, de esta manera, además de con el reconocimiento de la Unión Europea, con el amparo de la marca Campo y Alma (campoyalma.com), promovida por el Gobierno regional para promocionar los productos que cuenten con DOP o IGP y apoyar a los agricultores y ganaderos que trabajan todos los días para que el consumidor pueda disfrutar de ellos en los comercios.

Entre esas denominaciones de origen se encuentra una de las más renombradas de España y la más importante en lo que se refiere a extensión: La Mancha. Con cerca de 200 municipios, una extensión de más de 150.000 hectáreas de viñedo, 236 bodegas y 14.169 viticultores inscritos (datos de 2020), es conocida como la bodega de Europa.

Cantidad y calidad en La ManchaCantidad y calidad en La ManchaLa Mancha, como comarca natural, cuenta con una vastísima tradición vitivinícola, que sumada a una serie de elementos característicos de tipo geológico, geográfico y climático que la definen, hacen de ella un territorio idóneo para producir una excelente uva y, posteriormente, dar vida a grandes vinos con matices muy peculiares. En términos vinícolas la sequedad y la alta insolación propias de La Mancha reducen considerablemente el riesgo de enfermedades en la vid y favorecen la adecuada maduración de las uvas, dando lugar a vinos de color intenso, en los que se potencia claramente la fuerza aromática de las distintas variedades acogidas.

Por ello, los vinos manchegos se encuentran hoy día entre los más exquisitos y más prestigiosos del mundo, son degustados en toda España y también exportados a los cinco continentes. De hecho, el enorme volumen que de esta denominación que se vende fuera de nuestro país tiene gran parte de la culpa de que Castilla-La Mancha sea la comunidad líder de España en cuanto a exportaciones.

Calidad ante todo.

Siendo la defensa de la calidad de los vinos, junto con la promoción, la principal labor del Consejo Regulador, es obvio que hay establecidos rigurosos controles de calidad que se realizan desde que la uva está en el viñedo hasta que el vino se embotella y sale al mercado. Los rigurosos requisitos del Comité de Cata aseguran una extraordinaria calidad de los vinos con DOP, los cuales, para llegar a los comercios, deberán ir provistos de la correspondiente contraetiqueta identificativa facilitada por el Consejo Regulador una vez que el vino se considera apto para ser comercializado con esta identificación que avala su origen y calidad. Además, con el propósito de dar más garantías al consumidor, la DOP La Mancha facilita una contraetiqueta distinta según el tipo de vino del que se trate (joven, tradicional, envejecido en barrica, crianza, reserva, gran reserva o espumoso), impidiéndose así cualquier tentación maliciosa de cambio de concepto.

Cantidad y calidad en La ManchaCantidad y calidad en La ManchaLas variedades admitidas por el Consejo Regulador son numerosas, pero destacan entre ellas la airén para los blancos y la cencibel (o tempranillo) para elaborar tintos. La primera es la uva blanca más característica de la Meseta Sur y una de la más abundantes a lo largo y ancho de España, y produce unos vinos de buenos aromas y acidez moderada, con grandes cualidades para la elaboración de vinos jóvenes y tradicionales. La segunda es la más importante de la DOP entre las tintas, siendo la de mayor prestigio por su calidad en el ámbito nacional.

En esta época del año.

Pasado ya el carnaval, estamos inmersos en el periodo que precede a la Semana Santa, la Cuaresma. Ambas épocas del año ofrecen platos típicos que los vinos de la DOP La Mancha acompañan de manera magistral, si es que directamente no forman parte de la propia preparación de la receta. Además estos días son un momento magnífico para probar los vinos jóvenes, blancos y tintos, que se han elaborado con las uvas vendimiadas hace apenas medio año, sin olvidarse de los que conllevan más crianza.

Sin duda uno de los platos más tradicionales en estos días es el potaje de vigilia (garbanzos con espinacas y bacalao) que, aunque hace décadas se cocinaba para evitar la tentación de comer carne los viernes de Cuaresma, hoy se degusta más por tradición; se trata de un guiso de cuchara, humilde y contundente, que mejora si junto al plato descansa una copa de cualquier vino joven de La Mancha. Estos caldos se elaboran controlando su temperatura de fermentación para mantener mejor sus aromas y han de consumirse preferentemente en los nueve meses siguiente a su producción para poder aprovechar todo su potencial.

El bacalao, pieza clave del potaje, lo es en realidad de la gastronomía castellano-manchega. Gracias a la salazón, antiguamente era uno de los pocos pescados que podían permitirse las gentes de interior, y en Semana Santa se disfrutan algunas de las recetas más características y tradicionales, como el propio potaje, el atascaburras, los buñuelos (también croquetas) de bacalao o la porrusalda. Todas estas sabrosas preparaciones, y otras también típicas de la época, como el cordero manchego con IGP, cuentan con su vino ideal en la DOP La Mancha. Y es que, más allá de los jóvenes, la denominación ofrece un amplio abanico de opciones para acompañar cualquier comida.

Con más elaboración que los del año pero menos que los crianzas, los tradicionales guardan un punto de distancia y equilibrio entre ambos. Además están los envejecidos en barrica (permanencia de al menos 60 días en barrica de roble), los crianzas (seis meses), los reservas (al menos tres años de envejecimiento, unos de ellos en barrica) y los grandes reservas (cinco años, 18 meses en barrica). El paso del tiempo y la madera de roble van dando complejidad, matices y personalidad a los vinos para que cualquier comensal pueda encontrar el que más satisfaga sus gustos. Pero el catálogo de oportunidades no termina ahí, ya que la DOP La Mancha ofrece además vinos espumosos, que consiguen el gas carbónico de forma natural gracias a una segunda fermentación en botella cerrada que hace que el CO2 no se pueda escapar y se integre en el líquido.

En cualquier caso no se puede dejar de lado el papel de los vinos de La Mancha en la elaboración de recetas típicas, más allá del disfrute que proporcionan en la copa. Un buen guiso de cordero o lechazo manchego con IGP no estaría completo si no lleva un generoso chorro de tinto o blanco que le aporte aromas y ayude a destacar la terneza y jugosidad de esta deliciosa carne. Y no se pueden olvidar los postres, entre los que destacan los roscos de vino y las torrijas, que, aunque se pueden hacer con leche, también se elaboran empapando el pan en vino antes de rebozarlo.

En definitiva, los vinos de la DOP La Mancha cuentan con una calidad indiscutible gracias a los rigurosos controles a los que son sometidos en todas las fases de producción. Ello posibilita que sean apreciados tanto en España como en otros países por todo el mundo. Y es que un terruño y un clima adecuados, unidos al buen hacer de las gentes de esta comarca, solo pueden dar un resultado sobresaliente.

 

La Mancha, sin duda excelente.

'La Mancha Excellent' es una subclasificación voluntaria a la que se pueden acoger únicamente vinos de máxima calidad de los ya acogidos a la DOP y sometidos a los controles estipulados en su Pliego de Condiciones. La producción máxima de este tipo de vinos se limitaría al 1% de los vinos calificados con Denominación de Origen La Mancha el año de su cosecha, no pudiendo ser la partida superior a las 50.000 botellas por referencia de bodega. Para poder obtener la calificación de excelencia, el vino aspirante debe someterse a cuatro catas de valoración y superar todas ellas con una calificación de más de 85 puntos. En definitiva, una trazabilidad y control de calidad rigurosísimos que dan derecho a la obtención del marchamo 'La Mancha Excellent'.

 

Los mejores productos a solo un clic: market.campoyalma.com.

Además de apoyar a los agricultores y ganaderos y colaborar en la promoción de los productos agroalimentarios castellano-manchegos con IGP y DOP, Campo y Alma cuenta con una plataforma de compras en internet. Se trata de market.campoyalma.com, a través de la cual los consumidores tienen la oportunidad de adquirir, directamente al productor, sin intermediarios y con solo un clic, un enorme abanico de alimentos: aceites, vinos, quesos, verduras y hortalizas, carnes, azafrán, miel, conservas, alimento ecológicos... En la plataforma se pueden encontrar tanto productos amparados por DOP o IGP como otros que no cuentan con esas figuras pero son también de altísima calidad y están cultivados, criados o elaborados en Castilla-La Mancha. Además, consumiendo alimentos procedentes de nuestra región se colabora en la lucha contra la despoblación y el cambio climático gracias a la manera en la que son producidos, siempre con respeto por el medio ambiente y en zonas desfavorecidas.