José Ignacio Gutiérrez Lloréns, pintor e Hijo Adoptivo de la Ciudad, es de Bilbao de nacimiento y toledano por pertenencia. El Ayuntamiento de Toledo le ha reconocido por su excepcional trayectoria como pintor excepcional, cuya obra ha sabido captar la esencia de la luz y el color de la capital regional, dejando una huella imborrable en la cultura local.
Después de haber pintado más de mil cuadros, ¿cómo describes su obra?
Exactamente, el tipo de pintura es realismo y Toledo está muy presente porque llevo toda la vida en la ciudad. Además, he hecho muchísimas exposiciones referenciando toda la obra de Toledo. En Toledo he inaugurado todas las salas, aunque no soy nacido en esta maravillosa ciudad.
¿Podrías explicar como llegas a Toledo y por qué decides instalarte en esta ciudad?
Llego a Toledo en 1964 y mi primera exposición en la ciudad fue en el 1970, en un momento que no había salas de exposiciones de nada. Curiosamente, la primera institución que se prestó fue la Jefatura Policial del Movimiento (actual edificio de la Policía Nacional). Me cedieron un patio donde poder acondicionar la muestra. A partir de ahí, comencé a exponer en Caja Toledo y en los centros donde se podía exponer con más facilidad, porque no existían las galerías de arte.
¿Cómo ha influido Toledo en tu obra artística a lo largo de los años?
Más que nada la belleza de sus calles y de sus rincones. He estado paseando toda la vida por la ciudad buscando esos paisajes que tiene, los efectos de luz o las nieblas que dan esa sensación de pintar el aire.
Entonces, es un trabajo que tiene una sensación de que parece muy realista, está hecho con espátula y da más textura. Se tratan de cuadros que, dependiendo el tamaño, puedo tardar desde 2 o 3 días a varios meses.
¿Cómo te gustaría que su legado artístico fuera recordado en Toledo?
Todos los artistas nos gusta que que se reconozcan lo que uno hace. Mi obra siempre ha gustado mucho en la ciudad, quizás porque es una expresión de Toledo. Siempre he querido recalcar los efectos de luz que tiene, a pesar de que decían que eraun ciudad muy oscura y lúgubre.
¿Cómo ves el panorama del arte en Toledo?
A nivel de exterior sí se hace muchas cosas, pero a nivel interior se hace poco o no se hace nada. Hay centros como San Marcos, que se podría haber habilitado para hacer grandes exposiciones a nivel internacional como era la Bienal del Tajo (certamen de pintura), que le dio nombre a Toledo.
En San Marcos expuse 72 obras que son bastantes y las bienales suelen tener más de 100 obras. Estos certámenes tienen que tener un valor para la gente que participar y un premio, algo que llame la atención. Faltaría el apoyo de las instituciones.
Para terminar, ¿qué significa para ti ser nombrado Hijo Adoptivo de Toledo?
Me hace muchísima ilusión. Es el lugar donde que siempre lo he vivido y siempre me he considerado hijo de Toledo. Llevo viviendo en Toledo desde 1964, excepto cuando he hecho exposiciones exteriores a nivel internacional representando a Toledo. Aunque en mi DNI ponga que soy vasco, me considero toledano de toda la vida.
Una vez a través fui a realizar una exposición a través del Ayuntamiento de Toledo a centros iberoamericanos. Fue un gran éxito de pintura sobre Toledo.