Fue a finales de 2020, cuando el Ayuntamiento de Toledo concluyó una obra valorada en 100.000 euros en las cubiertas centro cívico de Valparaíso para acabar con el problema de goteras. En marzo de 2021, Río Chico denunciaba que el problema había vuelto y que el agua volvía a caer en su biblioteca. El pasado jueves día 18, la Asociación de Vecinos se reunió con el nuevo equipo de Gobierno y le pidió, entre otras cuestiones, que se haga cargo del mantenimiento de este centro municipal.
Les preocupa sobre todo a los vecinos que, a pesar de la pasada inversión en la obra de las cubiertas, las goteras del centro cívico cada vez se multiplican y se agravan más. Explica Sheila García, expresidenta de Río Chico y miembro de su Junta Directiva que «desde el minuto uno, a las primeras lluvias, después de la obra, ya salieron las goteras de nuevo». La situación es cada vez peor.
Con las últimas precipitaciones, por ejemplo, hay goteras a la puerta del salón grande, donde más actividades se hacen en el barrio. La situación es tal que se han llenado varios cubos al día. No es ya solo el moho en la pared, se estropee el parquet o que se esté abombando la escayola. Es que además el techo amenaza caer, con lo que esto supone en un espacio con tanto uso.
Río Chico alerta de goteras del centro cívico de ValparaisoLa gotera también ha vuelto a la Biblioteca y la Asociación ha tenido que mover un ordenador. También ha vuelto a la primera sala donde apareció el problema, al aula de música. La situación es tal que ya hay puertas hinchadas, que no abren ni cierran y moho negro por varias paredes. El agua por ejemplo está dañando el material deportivo o una pizarra nueva comprada por la Asociación.
Fácil solución. Además de todo esto, la Asociación de Vecinos sigue reclamando al Ayuntamiento un mantenimiento de estas instalaciones. Por ejemplo, hay una pedrada en un cristal que se podría arreglar con llamar al seguro, «pero ahí sigue». También hay marcos de puertas abombados y ventanas en mal estado. Independientemente del signo político del Gobierno, la Asociación de Vecinos está viendo que no se está respondiendo a las necesidades de este espacio, y va a continuar reclamando una solución, «porque nosotros ya no sabemos qué hacer, no hacemos más que limpiar, pero vemos que se están deteriorando todo por el daño de las goteras».
Pero el gran temor de la Asociación es que se pueda dar el caso que el techo abombado o alguna pared se caiga sobre algún usuario de las instalaciones. De ahí sobre todo la necesidad de una reparación.
En el caso de las goteras, apunta García, la solución puede ser fácil. Entiende que solo tiene que reclamar a la empresa que hizo la reparación. Una vez reparada definitivamente la cubierta, será el momento de reparar los daños que está causando el agua en el interior del centro. Si no se hace, «los daños van a ir a más».