Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


El CIS alivia a Sánchez

20/12/2024

Los datos del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológica es preciso tomarlos con muchísima cautela a la vista de sus sonoros fracasos en los vaticinios electorales, pero no se puede dudar de que son una de las pocas buenas noticias que recibe el Ejecutivo en una época turbulenta en la que los asuntos judiciales marcan la agenda política, los socios de la investidura se le rebelan a la hora de aprobar algunos de sus proyectos legislativos más importantes y cuando le falta determinación a la hora de aplicar algunos de los pactos alcanzados con su principal aliado, como la rebaja de la jornada laboral.

De celebrarse ahora elecciones generales, el PSOE las ganaría con 3,8 puntos porcentuales de ventaja sobre el PP, un 32,2 por ciento -dos puntos menos que hace un mes, pero medio punto más que en las elecciones de 2019 - frente a un 28,4 de los populares, y eso después del desgaste sufrido desde el comienzo de la legislatura. Por supuesto que el instituto que dirige José Félix Tezanos es el único entre las casas de encuestas que se muestra tan generoso con el principal partido el Gobierno, aunque no deja de reconocer que se acortan las distancias con el PP, que a esta buena noticia añade una doble cruz, que sus expectativas de voto bajan casi un punto respecto a noviembre y que su principal competidor en el marco de la derecha, los extremistas de Vox inician una leve recuperación y los más extremistas aún de Se Acabó La Fiesta, logran casi un tres por ciento de intención de voto.

En el espectro de la izquierda, Sumar sigue estancada en el 7% de los apoyos electorales, mientras que Podemos registra una ligera recuperación hasta alcanzar el 4,1%. Entre ambos no superan el 12,3% que Sumar obtuvo en las últimas elecciones d 2019, y sin unos socios potentes a su izquierda, Pedro Sánchez puede ir olvidándose de firmar el contrato de prórroga del inquilinato en La Moncloa. Por el momento no hay visos de entendimiento entre ambos partidos a pesar de los cantos de sirena que lanzan desde IU, porque el partido fundado por Pablo Iglesias sigue empeñado en demostrar que son los verdaderos artífices de todas las mejoras sociales impulsadas por el Ejecutivo, porque siguen sin fiarse de un PSOE que resulta ser menos progresista de lo que pregona en cuanto se aparta la vista sobre él, y porque consideran a la formación auspiciada por Yolanda Díaz como su muleta necesaria pero sin mordiente.

Entre el resto de partidos los resultados son, décima arriba o abajo, muy similares a los de las pasadas elecciones y, con el bipartidismo de mediado, la media docena de escaños de las principales formaciones nacionalistas e independentistas resultan imprescindibles para la formación de un gobierno ¿progresista?, porque ninguno de ellos se ve apoyando a un gobierno del PP que dependiera de Vox y del SALF.  

Con la encuesta realizada en plena vorágine de las declaraciones de Víctor de Aldama y sin que se hayan acabado los ecos de los efectos de la dana, los dos principales partidos son los artífices de que la desafección política siga en el top cinco de los problemas de los ciudadanos, encabezados por la vivienda, por encima del paro y de los problemas económicos. Buen síntoma con respecto a la percepción del mercado laboral, pero un aldabonazo a cerca de la desatención y a la falta de acuerdo entre los partidos para presentar soluciones que resuelvan la principal demanda de jóvenes en busca de emancipación.