El concejal de Izquierda Unida-Podemos en el Ayuntamiento de Toledo, Txema Fernández, constata «una vez más» que el equipo de Gobierno prefiere hacer contratos para la gestión de servicios públicos a la baja antes que primar la calidad de los servicios prestados.
«Así parece que va a ocurrir con el contrato del servicio de depuración de las aguas residuales de Toledo y ejecución de las inversiones asociadas al mismo», puesto que, como adelantó el portavoz municipal, Juan José Alcalde, en este concurso «la oferta más ventajosa para el Ayuntamiento» es la de Facsa que, sin embargo, presenta en la parte técnica casi 8 puntos menos que Aqualia, con una valoración de 'excelente' en todos los apartados relativos al aspecto técnico.
«Se adjudicará la depuración a Facsa y no a Aqualia, aunque la segunda tiene una valoración de 'excelente' en la parte técnica», lamenta Txema Fernández. Así pues, y dado que las declaraciones del portavoz municipal se encaminan a la adjudicación a Facsa, esta habrá recuperado su posición de liderazgo en este concurso con una oferta económica -aún no han hecho pública la oferta- a la baja equivalente a los 8 puntos que la distancian en materia técnica de Aqualia. «Es decir, no va a gestionarse la depuración con criterio de calidad del servicio, si no con el económico de la oferta más barata».
Por tanto, Fernández considera que el equipo de Gobierno «demuestra así que no le importa tender hacia el vertido cero o mejorar la calidad del agua que acaba en el Tajo o eliminar los olores del barrio del Polígono, solo quiere que el contrato lo ejecute la empresa que presente la oferta más barata».
Por eso, y en busca del ahorro, el portavoz municipal de Izquierda Unida invita al equipo de Gobierno a recuperar la gestión directa de este servicio. «Si lo que quiere es de verdad gestionarlo más barato para los toledanos y toledanas, que lo gestione directamente el Ayuntamiento subrogando a la plantilla con la forma jurídica adecuada y ahorrándose cada mes el 21% de IVA que tendremos que pagar a la empresa privada más el 6% de beneficio industrial que jamás repercutirá en un mejor servicio público», concreta Fernández.
En relación al concurso, Fernández apunta que Facsa ha quedado por detrás de Aqualia en materias como el mantenimiento de las depuradoras, la gestión medioambiental de las mismas, la organización y explotación del servicio o el calendario de la ejecución de las obras que tendrán que hacerse en ellas, que en el pliego se tasaba en 4 millones de euros.