Tras la solicitud a la Confederación Hidrográfica del Tajo por parte de ASAJA instando a la limpieza de arroyos y ríos de la comarca de Talavera para prevenir inundaciones, Ecologistas en Acción Toledo ha remitido un escrito recordando a la administración que nuestros arroyos necesitan ser restaurados, no «limpiados».
Ecologistas en Acción discrepa así de la petición de Asaja, que ha planteado la limpieza de los ríos y arroyos para prevenir o minimizar los efectos de las crecidas naturales que han ocasionado daños a los agricultores.
«Esta no es una polémica nueva, sino una petición recurrente que, desde nuestro punto de vista, no está fundamentada ni en los hechos que acaecieron ni, lo que es más importante, en enfocar la cuestión desde el punto de vista del interés general», argumenta el colectivo ecologista.
La formación recuerda que los sucesos que motivaron las quejas de algunos agricultores y ganaderos tienen que ver con el episodio de lluvias de alta intensidad que se dio la semana pasada en la comarca de Talavera de la Reina y Oropesa, lo que provocó el desbordamiento de algunos arroyos y la consiguiente inundación de terrenos colindantes, así como algunos daños puntuales en alguna localidad, en concreto en La Corchuela y el arroyo Alcañizo.
Aunque considera lícitas las quejas de los afectados, afirman que es obligación de la administración contar «con todas las organizaciones interesadas a fin de abordar las acciones que sean razonables y ambientalmente sostenibles y responsables».
Por este motivo, Ecologistas en Acción Toledo ha remitido sendos a la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha y al presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo para recordar, por un lado, que buena parte de las aguas desbordadas han dejado de encharcar los campos y que «no hubo ninguna situación de especial emergencia ni gravedad en lo que a afectación a bienes públicos o privados atañe».
En todo caso, trasladan también que se ocuparon «terrenos del propio cauce o de las zonas de inundación natural de los arroyos ocupados por cultivos y pastos» y defienden que la vegetación que se pide limpiar tiene en realidad una «finalidad reguladora natural de potenciales avenidas».