La renuncia de David Sánchez al cargo en la Diputación de Badajoz por el que está siendo investigado no logró aplacar ayer las críticas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y tampoco sirvió para cerrar la causa abierta por la jueza Beatriz Biedma. Sin embargo, los ministros del Ejecutivo salieron en defensa del hermano del líder socialista, repitiendo la consigna de que se trata de una persecución orquestada por «organizaciones ultraderechistas» «contra personas honestas». Por su parte, el PP reclamó a Pedro Sánchez seguir los pasos de su hermano porque «es un presidente cercado por casos de corrupción».
Abrió el turno de palabra, el ministro de, Justicia, Félix Bolaños, que exigió a la «jauría ultraderechista» que «deje de acosar a políticos progresistas y sus familiares por no pensar como ellos». En la misma línea se pronunció el titular de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, que censuró la «estrategia de la máquina del fango que persigue a personas inocentes» que siguen el mismo modus operandi «con denuncias de asociaciones de extrema derecha». También lo hizo la a vicepresidenta primera, María Jesús Montero, que aseveró que «los tribunales terminarán dando la razón a lo que hemos dicho siempre, que esto es un bulo, una mentira que terminará en nada». La portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, vinculó esta investigación con la que afecta a la esposa del presidente, Begoña Gómez, y criticó que ambas responden a «un mismo patrón» de actuación por parte de «pseudo sindicatos ultras» con el apoyo de «altavoces del PP y Vox».
También salió al paso de las críticas el vicepresidente tercero de la Diputación de Badajoz, Ramón Díaz. «Aquí se está pagando la pena del telediario; yo me pongo en su situación y no hubiera aguantado el tiempo que este hombre ha aguantado, siendo condenado desde el momento en el que aparece en un medio de comunicación por algo que no ha hecho», manifestó. Además, Díaz confirmó que la Diputación pacense sacará de nuevo a concurso la plaza del puesto por el que está encausado Sánchez.
Un presidente cercado
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, fue contundente e ironizó sobre la renuncia de David Sánchez. «Ha dimitido después de varios años cobrando, parece ser sin ir a trabajar, un Sánchez Pérez-Castejón; por algo se empieza». El popular enseñó la puerta de salida a Pedro Sánchez y extendió su petición al fiscal general del Estado y «a las decenas de altos cargos del Gobierno que están imputados en tramas de corrupción».
«El Ejecutivo está atravesando problemas muy serios», aseveró antes de zanjar que España «necesita un presidente libre de sospecha y no un presidente cercado por los casos de corrupción».
En el marco judicial y un día después de la dimisión, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz decidió citar como testigo a uno de los aspirantes al puesto laboral que finalmente ocupó Sánchez. El hermano del líder socialista accedió a ese cargo tras llegar a la Diputación como coordinador de las actividades de los conservatorios de música.
Entre las diligencias acordadas, la magistrada pidió al Teatro Real información sobre la relación laboral con Sánchez, y la institución respondió ayer que no ha tenido ni tiene relación laboral con el investigado.
La magistrada inició hace semanas la investigación por presuntos delitos contra la Administración Pública (prevaricación y tráfico de influencias) y Hacienda Pública, si bien las declaraciones de los peritos y los investigados, entre ellos, Sánchez y el presidente de la Diputación pacense, Miguel Ángel Gallardo, diluyeron los posibles delitos fiscales.