La argentina Norma Gabriela Escobar abandonó el 21 de noviembre la sala de la sección primera de la Audiencia Provincial consciente de que continuaría en prisión. Acababa de pactar con la Fiscalía y la acusación particular 14 años de cárcel por matar a su marido, Javier Romero, de una cuchillada en el cuello en una vivienda propiedad de ella en la calle Torreón de Seseña. Saludó con una sonrisa a unos allegados y enfiló el pasillo hacia el furgón de la Guardia Civil que devolvería esta mujer al presidio, donde para desde el 26 de noviembre de 2020.

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha difundió ayer la sentencia firmada el 23 de noviembre por el magistrado y presidente del Tribunal del Jurado, Jorge Olmedo. El fallo ratifica la condena de 14 años de prisión contra la mujer por el homicidio del padre de sus dos hijas, de quien se había divorciado años antes de los hechos, ocurridos el 26 de noviembre de 2020.

La sentencia impone también, como incluía el pacto alcanzado entre las partes, la indemnización por responsabilidad civil de 21.000 euros a cada una de las dos hijas del matrimonio y a una anterior del difunto, quien nació el 29 de agosto de 1970. Además, la pareja de la víctima, quien se encontraba también en el lugar del homicidio aquella mañana del 26 de noviembre de 2020, tiene derecho a percibir 3.619 euros. La mujer no se presentó el día 21 como testigo citada.

El Tribunal del Jurado apreció la agravante de parentesco y la atenuante de reparación del daño, tal y como incluía el pacto entre las partes.

La argentina fue parca el 21 de noviembre en su interrogatorio y admitió con síes repetidos las preguntas de la fiscal. Sí que entró con su llave el 26 de noviembre de 2020 en la vivienda propiedad de ella donde estaba su exmarido. Sí que subió al dormitorio y se encontró a Javier con su nueva pareja. Sí que inició una discusión acompañada de una agresión a su exmarido y su compañera sentimental. Sí que rompió después la puerta cerrada a conciencia y con cerrojo. Sí que subió luego a la planta armada con dos cuchillos. Sí que apuñaló con el cuchillo al padre de sus dos hijas. El ataque seccionó la arteria carótida y la vena yugular.

También reconoció que subió la escalera y expresó la intención de matar al empresario. La frase 'Te voy a matar' y el forcejeo previo con la víctima actuó como razón para descartar la alevosía necesaria para la calificación definitiva de asesinato porque la Fiscalía acusaba inicialmente de asesinato.