Los mitos sobre la microbiota

SPC
-

Un estudio pone en evidencia muchos bulos sobre la flora bacteriana que reside en nuestro cuerpo, como los relativos a su peso o herencia

Los mitos sobre la microbiota

Uno de los ecosistemas más complejos que alberga nuestro cuerpo es la microbiota. Este concepto, también conocido como flora, es un conjunto de microorganismos entre los que se encuentran bacterias, virus, hongos, arqueas y protozoos que nos ayudan en el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Sin embargo, a raíz de su descubrimiento se han extendido muchos mitos sobre ella, algunos de los cuales carecen de una evidencia científica sólida. 

Es lo que trata de poner en evidencia un estudio publicado en la revista Nature Microbiology de 2023 y que recoge la médico nutricionista Marta González-Corró en su nuevo libro Por qué siempre tengo la tripa mal. Con este manual, pretende ayudarnos a cuidar nuestra microbiota en el día a día y a conocer este ecosistema que habita en nuestro organismo un poco mejor.

Uno de los principales mitos que rondan a esta flora es su peso real. «La mayor parte reside en el colon. Supone menos de la mitad del peso de nuestras heces, que en promedio pesan menos de 200 gramos con un contenido colónico que oscila entre 80 y 450 gramos. Por tanto, exceptuando aquellas personas que tengan un estreñimiento pertinaz y unas heces extremadamente compactas, el peso total de la microbiota humana es seguramente menor a 500 gramos, y no uno o dos kilos como a veces se ha dicho», remarca la especialista.

Pero es que, además, González-Corró reconoce que, si bien es cierto que a través del canal de parto nuestra madre nos transfiere algunas especies de homeostasis, la cantidad de microorganismos que heredamos y que se quedan con nosotros hasta la vida adulta, es escasa.

«La mayor parte de la colonización tiene lugar tras el parto, y a lo largo de los dos o tres primeros años se va estabilizando con un patrón individual hasta los tres o cuatro años», puntualiza la nutricionista.

Es más, indica que los factores ambientales como vivir en la ciudad o en el campo, el hecho o no de tener hermanos y convivir con personas, la toma de antibióticos a una edad temprana o la convivencia con animales de compañía son más determinantes a la hora de modelar nuestra microbiota que el hecho de que a través del canal de parto se nos transfiera de la madre un determinado perfil microbiano.

Inflamación

En este contexto, la doctora Marta González-Corró mantiene que la alteración de la microbiota de manera sostenida en nuestra vida va a generar un cuadro que, a la larga, puede producir una inflamación sistemática de bajo grado, que es siliente, y base de gran cantidad de enfermedades como las patologías metabólicas, las cardiovasculares, las degenerativas como el parkinson o el alzheimer, o el cáncer.

«Todas estas afecciones tienen un denominador común y es una disbiosis intestinal. Nos hemos montado una manera de vivir que no es acorde con nuestra fisiología y los primeros que lo sufren son las bacterias. Somos más bichos que células humanas», resalta agregando que el impacto en la salud de la microbiota depende del contexto.

ARCHIVADO EN: Virus