¿Existe un perfil de paciente de cáncer? ¿Cuál es su incidencia en la provincia?
Absolutamente toda la población estamos dentro del bombo de esta lotería negativa que es el cáncer. El año pasado, en la provincia de Toledo, tuvimos 12.000 diagnósticos de los diferentes tumores. Desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) dimos asistencia a 600 usuarios y ofrecimos unas 2.400 sesiones, fundamentalmente de psicooncología. Nuestra intención es llegar a más. Además de los equipos que tenemos en Toledo y Talavera, vamos a poner en funcionamiento en 2025 un tercer equipo itinerante que se va a mover por toda la provincia para dar el servicio cerca del domicilio de los pacientes. Se irá cada día a una de las distintas comarcas de la provincia, porque en un territorio tan extenso, con distancias tan largas, cuando los pacientes están en tratamiento de quimioterapia, el hacer viajes de un hora y pico de duración y de más de cien kilómetros resultan muy duros. Y, a veces, tienen incluso que anular la cita.
Acompañar al paciente es una de las principales labores de la AECC.
Es verdad que la tecnología nos permite hacerlo a través de una videollamada. Pero hay veces en que la consulta debe ser presencial. Porque cuando un paciente que se encuentra en una fase delicada de la enfermedad necesita estar en contacto físico con el profesional, no hacerlo con la frialdad de la pantalla y el monitor. Para evitar eso, este equipo itinerante se va a desplazar a las distintas comarcas para dar ese servicio en la proximidad: lo que pretendemos es que nadie se quede sin beneficiarse de esos servicios porque tenga que hacer más kilómetros o cualquier otro motivo.
Además, uno de nuestros objetivos para el año que viene es potenciar la investigación. El año pasado, la provincia de Toledo destinó a la investigación 228.000 euros, aunque fueron para proyectos que se situaban fuera del ámbito de la provincia. Está bien, todo lo que sea avanzar en investigación es positivo y nos beneficiamos todos, pero queremos potenciar a nuestros investigadores. Para ello, vamos a sacar la convocatoria de una beca predoctoral con un legado que nos ha dejado una paciente de la asociación que ya falleció; en su testamento nos ha legado un fondo para investigación. Además, habrá un beca autonómica que vamos a sacar entre las cinco provincias. Por tanto, Toledo dispondrá de una beca de la provincia y otra autonómica.
¿Qué tipo cáncer se ha extendido más durante los últimos años?
El de colon es, ahora mismo, el más frecuente. Mucha gente piensa que puede ser el de mama y, efectivamente, tiene mucha visibilidad, impacto mediático y se ha investigado mucho. Y precisamente por eso se han conseguido buenísimas cifras de supervivencia. Para el de colon, que afecta tanto a hombres como a mujeres, tenemos un herramienta para el diagnóstico precoz, el screening, que es el test de sangre oculta en heces. Desde la asociación queremos potenciar el diagnóstico precoz: es fundamental que sea cuanto antes porque los resultados de supervivencia son mejores. En los de pulmón o pancreas, que son cánceres de baja supervivencia, tenemos que seguir avanzando en investigación y diagnóstico precoz.
La aplicación de la inteligencia artificial facilitará el diagnóstico y el tratamiento.
Lo va a ser en los próximos años. Va a ayudar, por ejemplo, a que los ensayos clínicos puedan ser mucho más ágiles e incluso pasar de fase más rápido, porque la inteligencia artificial analiza los resultados con más velocidad que la mente humana. Eso nos va a permitir que los ensayos clínicos se puedan desarrollar con mucha celeridad y que esos medicamentos nuevos para determinados cánceres puedan estar en el mercado y a disposición de los facultativos antes.
Hay que aspirar a cronificar el cáncer.
Es lo mismo que ocurrió con el sida: en un principio era un diagnóstico mortal de necesidad, pero ahora gracias a los tratamientos y a lo que se ha investigado se puede vivir muchos años con sida. Eso es lo que queremos conseguir con el cáncer, cronificarlo. Pero también en avanzar para evitar su aparición, por ejemplo, con campañas para que los jóvenes no inicien el consumo de hábitos poco saludables, como fumar. El tabaco es el principal factor cancerígeno que existe y no sólo para el cáncer de pulmón. Causa cáncer a 19 órganos y con la combustión del humo se producen 69 sustancias cancerígenas. Nos preocupa que los jóvenes estén iniciándose en este hábito a través de los vapeadores, que no son tan inocuos como piensa la gente y nos hacen creer. Ya hay enfermedades asociadas a este consumo. Es un empeño de la AECC el incidir sobre la población joven para conseguir la primera generación libre del tabaco en 2030. También para ese año queremos alcanzar una supervivencia media del cáncer del 70%. Actualmente, estamos alrededor del 57%. Con la inversión en investigación, en detección precoz, en prevención y en hábitos de vida saludables podemos conseguir esa supervivencia media del 70%. Actualmente, hay cánceres que tienen más de un 90%, como los de mama o tiroides. Pero hay otros que, por desgracia, se encuentran por debajo del 30% y en ellos queremos incidir de forma especial para aumentar la investigación. Por eso, este año, hemos sacado dos proyectos de investigación para cánceres de baja supervivencia, con una dotación presupuestaria de 18 millones, para proyectos sobre cáncer de pulmón y cáncer hepático.
¿Cómo se puede enseñar prevención y hábitos de vida saludables?
Es una de las líneas de actuación de la AECC. Nuestra técnico de prevención recorre la provincia de punta a punta dando charlas en colegios e institutos. El pasado verano hicimos una campaña específica por las piscinas municipales sobre la prevención del cáncer de piel en una provincia con tanta radiación solar como esta. Nos preocupa la incidencia de este cáncer y hay que enseñar a la población a protegerse adecuadamente la piel. También con nuestra marchas, porque el deporte es un hábito de vida saludable, y está demostrado que la obesidad va asociada a determinados tipos de cáncer.
La longevidad también facilita la aparición de tumores. Más tiempo de vida supone más oportunidad de desarrollar la enfermedad.
Lógicamente, cada vez tenemos más esperanza de vida. No creemos que podamos erradicar el cáncer totalmente, pero sí mejorar la tasa de supervivencia con diagnósticos más precoces, tratamientos más efectivos y con la reducción de los factores cancerígenos en nuestra vida cotidiana, como el tabaquismo o hábitos tóxicos como el alcohol.
¿Qué trabajo realiza la AECC en la provincia?
Hay mucho por hacer. La junta directiva actual llevamos solamente un año y medio. Nos estamos dando a conocer y desplegando un plan estratégico de la asociación, recientemente aprobado y hasta 2028, para llegar a más gente. Queremos que nadie pueda verse privado del beneficio de la asociación; que se nos conozca más también es mérito de los medios de comunicación.
El acto de reconocimientos va a aplaudir a las distintas asociaciones, empresas, colectivos de todo tipo y personas físicas que, durante el año pasado, han desarrollado alguna acción que beneficia a los pacientes, que son nuestra razón de ser. También queremos agradecer el trabajo de los profesionales contratados por la AECC. Y no podemos olvidar la labor encomiable de nuestros voluntarios, más de 200 repartidos por la provincia en las distintas juntas locales. Nos gustaría ampliar esa red para disponer de un tejido de la AECC que permita nuestra presencia en los últimos rincones de una provincia tan extensa como Toledo.