Toledo redescubre al barroco Orrente

Á. de la Paz
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El Museo del Greco exhibe 'La Adoración de los pastores' y 'La Anunciación', creados para una desaparecida iglesia de Murcia

La exposición sobre los dos lienzos de Pedro Orrente permanecerá en el Museo del Greco hasta el 31 de marzo de 2024. - Foto: David Pérez

El Museo del Greco exhibirá hasta el 31 de marzo de 2024 dos lienzos de Pedro Orrente, pintor barroco vinculado a la escuela toledana. Las obras La Adoración de los pastores y La Anunciación, creadas para la extinta iglesia de la Purísima Concepción de Murcia, integran un conjunto pictórico de ocho cuadros que formaban el retablo del altar mayor del desaparecido templo. A principios del siglo XX, ya sin el acomodo del santuario, la colección se disgregó entre diferentes propietarios tanto públicos como privados. 

Se trata de la primera vez, desde el desmantelamiento del retablo en el siglo XVIII, en que ambos lienzos se exhiben juntos. La orden franciscana encargó los cuadros al artista murciano en 1622, aunque fue el pintor Lorenzo Suárez quien finalizó los trabajos dos décadas más tarde. En la actualidad, La Adoración de los pastores pertenece al Museo de Bellas de Artes de Murcia, mientras que La Anunciación forma parte de la colección privada de Ramón Cuenca. 

El murciano Orrente (1580-1645) visitó Toledo en diferentes ocasiones, la primera en 1600. Conoció al Greco y a Juan Sánchez Cotán. «En su obra temprana hay ciertas influencias del Greco, aunque es un pintor que evoluciona», explica Rosa Becerril, comisaria de la exposición temporal. Durante sus estancias toledanas se topa con «la pintura veneciana». Y es en la ciudad del Adriático donde descubre a Tiziano, El Veronés, Tintoretto y a los Bassano. Serán estos artistas de una saga familiar «los que más le atraen» y de ellos tomará «el costumbrismo, el detallismo y la perfección de las calidades» que alumbrarán el estilo más depurado del creador de las obras ahora expuestas en Toledo. Además de la luz veneciana, recibe «esa influencia caravaggiesca del tenebrismo y el naturalismo» que solidifican una narrativa que, además, resultó prolífica en su producción.

En los dos lienzos expuestos de manera temporal en la capital regional resulta visible «la luz dirigida, el incipiente tenebrismo, el costumbrismo y el naturalismo», características que se puede apreciar en ambas obras. Además, se observa «ese gusto por la representación de los animales que nos recuerda la obra de Bassano». 

Becerril reivindica el «estilo muy particular» de Orrente. «Desde el Museo del Greco hemos querido tenerle presente porque su conexión con la ciudad es amplia», asegura la responsable de la muestra.  En Toledo permaneció entre 1626 y 1631, trabajando en diferentes encargos en la catedral primada y en otros templos más pequeños. Entabló «una amistad profunda» con José Manuel, el hijo del Greco. «Podemos considerarle un pintor de la escuela toledana», subraya.

En 2020, el Museo del Greco acogió dos cuadros de Orrente, Las bodas de Caná y El milagro de los panes y los peces, procedentes de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de la localidad toledana de La Guardia.