La Policía Nacional registra un domicilio en el caso Lorenzo

F.J.R.
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La comisaría de Toledo no ha dejado de trabajar en el caso y hace unos meses realizaron una investigación que esperan pueda ayudar a esclarecer el crimen

La Policía Nacional registra un domicilio en el caso Lorenzo - Foto: David Pérez

La madrugada del 1 de noviembre de 2021 Lorenzo Pompiliu perdió la vida violentamente en el Polígono. Tenía 21 años cuando paseaba de madrugada por el Parque Lineal y fue atacado por un desconocido que tapaba su rostro con una máscara de Jason, el protagonista de la película de Viernes 13. En una de sus manos esgrimía «un machete de grandes dimensiones y punta curva», según consta en la declaración del único testigo presencial, con la que golpeó salvajemente a Lorenzo, causándole un corte de unos 15 centímetros de longitud» y «10 de profundidad» en el lado izquierdo del cuello. «Mortal de necesidad», desveló la autopsia.

Desde entonces nada se ha sabido del asesino, que huyó de la escena del crimen sin que nadie pudiera aportar datos sobre su posible identidad. La Policía Nacional de Toledo ha trabajado sin parar en el caso, a pesar de que las investigaciones terminaron en manos de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Madrid. Se han descartado hasta tres posibles sospechosos y, cada vez que se observa una conexión con el caso Lorenzo, se investiga hasta el final.

Precisamente, tres años después de este terrible suceso, se ha abierto una nueva vía en la investigación desde la Policía Nacional de Toledo. Según ha podido confirmar La Tribuna, hace unos meses se produjo un registro en un domicilio de la ciudad vinculado al asesinato de Lorenzo. No ha trascendido nada más de la operación, que sigue abierta, aunque el sentir de la Comisaría de Toledo es que puede llegar a aportar algo de luz a un caso plagado de oscuridad.

Ninguna de las líneas de investigación iniciadas en estos tres años ha dado sus frutos. Ni siquiera el testimonio de Álvaro, amigo de la víctima y único testigo presencial, pudo aportar algo en claro. Aseguró a la policía que el autor era un hombre joven, de entre 170 y 175 centímetros de altura, al que no llegó a ver ni los ojos ni el pelo por llevar el rostro cubierto con una máscara «tipo calavera»; aunque sin descartar tampoco que fuera similar a la de la película de terror 'Scream'. El asesino vestía ropa oscura y esgrimió el machete con la mano izquierda. Además, el testigo creyó recordar en su voz «matices latinoamericanos, aunque también podía ser español».

La declaración de Álvaro no concuerda del todo con otro avistamiento que se produjo esa misma noche a un tipo con similares pintas. En esa ocasión, minutos antes de que atacara a Lorenzo, se apareció en la zona de los Pisos Negros del Polígono (muy cerca del Parque Lineal) a un grupo de jóvenes. Ellos ofrecieron a la policía una descripción más detallada del individuo, al que vieron a la luz de las farolas. Dicen que medía sobre 185 cm y vestía una sudadera azul oscuro, pantalones vaqueros y zapatillas Adidas negras. Además, la máscara con la que ocultaba su rostro (su pelo y sus ojos, porque tenía una telilla) fue descrita como la del protagonista de la película de terror 'Viernes 13'; tipo portero de hockey con manchas rojas. El asaltante en ese momento no habló, pero los jóvenes se dieron cuenta de que el machete tenía «algo de color azul». Los investigadores de la Policía Nacional dieron en ese momento plena veracidad a esta declaración, y consideran que esa misma persona es el autor de la muerte de Lorenzo.

Tres años después de este terrible asesinato sin sentido, la familia sigue clamando justicia y requiriendo a la Policía más implicación y trabajo. Quizás ahora el caso puede entrar en una pista definitiva.