Hacia la ciudad tecnológica

Javier D. Bazaga
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Toledo puede sacar mucho jugo a la tecnología para convertir la ciudad en una verdadera smart city si sabe aprovechar todo el potencial del Big Data

Toledo tiene aún mucho potencial a desarrollar para convertirse en una verdadera smart city, ciudad inteligente que exprime la tecnología  para mejorar los servicios y, por tanto, la calidad de vida de los ciudadanos -es una definición libre-, pero los primeros pasos que se están dando están siendo firmes en este empeño desde que el anterior equipo municipal de gobierno aprobara ya hace más de un año la solicitud de incorporación del municipio al Programa de Ciudades Inteligentes de la Agenda Digital para España promovido por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo.

Toledo fue incluida en la Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI) ya en septiembre de este año, con la firme apuesta por esa domesticación de la tecnología por parte de las ciudades. Es verdad que Toledo no lo tiene fácil, es una ciudad Patrimonio de la Humanidad con una riqueza que debe preservar, sin que ello le impida cabalgar junto al desarrollo tecnológico y la modernización de los sistemas.

Cada ciudad es única, pero en su evolución hacia una ciudad inteligente los retos son iguales para todas. Es una de las conclusiones que se pudieron extraer ayer de la cuarta jornada organizada por Expansión y El Mundo ‘SmartCity: Ciudad tecnológica’ que se celebró en Madrid y en la que participó el presidente de RECI y alcalde de Santander, Íñigo de la Serna.

Durante su intervención glosó algunos de los desafíos a los que se deberán enfrentar las ciudades que aspiren a convertirse en inteligentes en los próximos años porque, si algo es seguro, el potencial es abrumador. Sin embargo, no dudó de la transformación socio-económica que están experimentando las ciudades debido al uso de las tecnologías. «Las cosas están cambiando», dijo, «y no es ciencia ficción» aseguró cuando describió la estructura de esas nuevas ciudades que, en algunos casos, ya han empezado a transformarse.

Nueva arquitectura. Íñigo de la Serna expuso ese cambio en la gestión de las ciudades en base a una nueva arquitectura, formada por cuatro plantas en la que la primera, la base, la ocuparía el acondicionamiento de la ciudad a esa nueva realidad. Es el llamado «despliegue de sensores» por cada rincón para empezar a recoger los datos que genera la ciudad. Desde un contenedor de basura que está a rebosar, un aparcamiento casi lleno, la luminosidad de una determinada calle o la contaminación de la ciudad. En Santander, su ciudad, dijo que ya se habían desplegado más de 20.000 de esos sensores para recoger todos esos datos.

En una segunda fase o planta, el expresidente de la Federación de municipios y provincias de España (FEMP), habló de la creación de una plataforma para gestionar de manera integrada los servicios, es decir el ‘cerebro’ de la ciudad.

En tercer lugar la introducción progresiva de’“capas de inteligencia’ sobre esa plataforma para medir los datos recogidos y empezar a actuar, desde avisar al camión de la basura para recoger un contenedor determinado, desviar el tráfico hasta otro aparcamiento con mayor capacidad, iluminar una determinada calle en vez de la ciudad entera o cerrar el casco histórico de Toledo, por ejemplo, cuando la contaminación supere unos determinados niveles.

Por último la fase de la inteligencia predictiva, la de utilizar la cantidad de datos recogidos “para aprender y crear conocimiento para poder predecir acontecimientos y preparar la ciudad para lo que va a venir” explicó el presidente de RECI.

Bajo consumo de energía, infraestructuras integradas y movilidad urbana sostenible deben ser los pilares de las ciudades inteligentes porque, como explicó el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar, encargado de abrir la jornada, las smart cities jugarán también un ‘papel fundamental’ en la lucha contra el cambio climático.

En esa dirección camina la iniciativa ‘Toledo Ciudad Inteligente’, que pretende dotar a la ciudad de una plataforma que, además de posibilitar la gestión de todos los servicios municipales de forma integral, permitirá acelerar la implantación de las 37 acciones definidas en el Plan de Acción de la Estrategia Toledo 2020. Entre ellas, la lectura de matrículas para la bajada automática de los pivotes de acceso al casco histórico, o una iluminación inteligente de los monumentos. Y es que, como subrayó De la Serna, en las ciudades “hablar de tecnología es hablar de las personas”.