Representantes de la Asociación de Usuarios Tren Toledo (AUTT) relacionan el «interés» de la Junta de Comunidades por una segunda estación de alta velocidad en la capital regional con el supuesto aprovechamiento inmobiliario que la construcción del nuevo apeadero acarrearía. La plataforma señala los terrenos de la zona de Las Alberquillas como el posible lugar donde se levantaría la infraestructura y en cuyo contorno se edificarían nuevas viviendas. «El miedo que tenemos es que pueda haber asociado un desarrollo urbanístico alrededor», apunta Javier Esquinas, portavoz del colectivo.
La propuesta de la asociación insiste en Santa Bárbara como solución al trazado de la línea de alta velocidad entre Madrid y Lisboa. Esquinas se apoya en el proyecto del Ministerio de Transportes para la estación única, un plan que contempla la salida a través de un puente sobre el río Tajo y en dirección al Salto del Caballo, «una zona que no es de viviendas y es más fácil de pasar». El itinerario continuaría por fuera de la ciudad, circunvalándola. «Además, en el nuevo proyecto se ha rebajado la cota de altura del puente y se ha alejado la vía unos cuantos cientos de metros de Valparaíso», otro barrio en el que ha aflorado la preocupación por este asunto.
Esquinas, además, valora «el esfuerzo» realizado por el equipo técnico del Ministerio que encabeza Óscar Puente para que el paso del tren por Toledo «no sea tan agresivo». La presencia de la ciudad en el AVE hacia Talavera, Extremadura y Portugal no estuvo contemplada en el proyecto de 2005, un esbozo que la posterior crisis económica sepultó, una circunstancia que favoreció los intereses de la cabecera autonómica, incluída en el plan vigente.
Desde AUTT urgen a materializar un proyecto que evitaría el histórico «aislamiento» ferroviario de la ciudad. Julio Comendador, doctor Ingeniero, abunda en las posibilidades económicas que abriría la conexión con las dos capitales ibéricas. «Es una oportunidad que no podemos dejar pasar para mirar al futuro», apunta. Anteriores ideas, como la base logística del Ejército de Tierra que no llegó a concretarse, abundan en la difícil relación de la ciudad con el ferrocarril. «Se han pasado muchos trenes», dice, al tiempo que apuesta por la «implicación» de los toledanos en el debate. «Hay que generar un deseo ciudadano», subraya Comendador.
Por su parte, Héctor Borreguero, fundador de AUTT, alude a las dificultades históricas que, desde mediados del siglo XIX, ha encontrado la ciudad en su desarrollo ferroviario. Aquellos proyectos tuvieron la intención de unir Toledo con Talavera y Extremadura, «pero a la hora de la verdad todas las concesiones se quedaban limitadas a Toledo y así se han quedado hasta nuestros días».
CERCANÍAS EN LA SAGRA. La histórica demanda de los municipios del norte de la provincia por conectarse con Madrid a través del Cercanías avanza, aunque desde la AUTT piden un esfuerzo mayor que repercuta a más ciudadanos de La Sagra.
«Desde la asociación pedimos que el final de esa línea no sea en Illescas, sino en Villaluenga-Yuncler», cuenta Esquinas. La plataforma mantiene contactos con el Ministerio «para intentar convencerles» de la electrificación de la vía hasta la parada de Villaluenga-Yuncler para que «si en un futuro quieren que llegue el Cercanías hasta ahí, ya esté la electrificación hecha». El plan actual sólo contempla esta medida hasta Illescas, ciudad hasta la que llegaría la línea C-5.